Villa De Tututepec, Oax., Floriberta no contó como habitante de su país durante 50 años. México no sabía de ella ni de su condición social o económica. No aparecía en las estadísticas porque nunca la habían contado.

Este año un encuestador del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) llegó por primera vez a Chacahua la Grúa, municipio de Villa de Tututepec, comunidad oaxaqueña de 800 personas, donde 90 por ciento de los pobladores descienden de africanos y el resto son extranjeros que llegaron como turistas y decidieron quedarse.

Como jefa de familia, Floriberta respondió el cuestionario del Inegi y se sumó a los casi 129 millones de mexicanos registrados. Contar o no puede ser la diferencia entre importar estadística y socialmente.

Los hijos de Floriberta no pudieron estudiar por falta de dinero, lo que llevó a su familia a dividirse y emigrar a Estados Unidos.

Catalina Gallardo compartió con el encuestador del Inegi: Nuestra gran necesidad es el agua potable. No hay, la compramos y la racionamos. De empleo mejor ni hablemos: es informal, y pesca hay poca, lo mismo que turismo, afirmó.

Para estudiar secundaria, los jóvenes del poblado pesquero de Chacahua la Grúa pagan 40 pesos por cruzar un canal que los conduce a otra localidad también llamada Chacahua. Por eso muchos prefieren dedicarse desde los 12 años de edad a la pesca o al turismo, que tampoco generan bonanza.

La pobreza extrema se palpa en la rusticidad de las casas, la ropa, los artículos de uso diario. La vida transcurre sin agua potable, con un camino en malas condiciones, sin salud ni educación digna.

El Parque Nacional Chacahua, con una extensión de 14 mil hectáreas, rodea ambas villas y atrae turistas, aunque los vecinos hubieran deseado dedicarse a la pesca, oficio heredado de sus ancestros provenientes de África.

Se puede llegar a la laguna de Chacahua la Grúa por dos vías: en una lancha que cruza en 45 minutos el Parque Nacional Chacahua, o en camionetas de alquiler que cruzan caminos deteriorados durante 90 minutos.

Unos 155 kilómetros separan la capital de Oaxaca del caserío. Primero se llega a Puerto Escondido; posteriormente se cruza la comunidad de Río Grande, luego la Villa de Tututepec y finalmente se llega a Chacahua, zona de reserva natural.

Las calles de Chacahua la Grúa están llenas de arbustos; en las esquinas se reúnen los jóvenes y unos cuantos toman clases de inglés que imparte un estadunidense que se asentó en esta localidad.

De acuerdo con la Secretaría de Pueblos Indígenas y Afromexicanos, 35.1 por ciento de los oriundos del municipio de Villa de Tututepec padece rezago educativo, 83.1 por ciento carecen de servicios básicos, 32.5 por ciento sufre deficiencias alimentarias, 52.8 por ciento usan carbón y leña para cocinar y 12.4 no tienen servicios de salud.

En 2015, por recomendación de la Organización de las Naciones Unidas y a partir de demandas de grupos civiles de reconocer a mexicanos de orígenes africanos, el Inegi realizó la Encuesta Intercensal 2015. Este ejercicio determinó que en el territorio nacional se reconocían como afrodescendientes un millón 382 mil 853 personas, 1.2 por ciento de la población total, y 196 mil 213 residentes de Oaxaca se reconocieron como afromexicanos, lo que coloca a la entidad en el segundo lugar nacional de habitantes de este grupo demográfico, por debajo de Guerrero.

Asociaciones civiles defensoras de los afromexicanos coinciden en que éstos fueron invisibles durante muchos años, y en consecuencia enfrentaron constantes obstáculos para ejercer sus derechos individuales y colectivos.

Daniel Cristián Nicolás García, coordinador del Censo 2020 en esta zona, reconoció que las expectativas del Inegi hacia la comunidad afromexicana se superaron, por su colaboración y participación.

El Inegi realiza en Oaxaca encuestas entre mexicanos de ascendencia africana en los municipios de Pinotepa Nacional, Santiago Tepextla, Santo Domingo Armenta, Santiago Jamiltepec, Santa María Chicometepec, San Andrés Huaxpaltepec, San Juan Colorado, Pinotepa de Don Luis, San Miguel Tlacamama, San Pedro Jicayan, Santa María Cortijo, San Juan Bautista Lo de Soto, Mártires de Tacubaya, San Juan Cacahuatepec, San Sebastián Ixcapa, Villa de Tututepec y Santa María Huazalotitlán.