egún una convención probada, el exergo, juega con la cita. Citar antes de comenzar es dar el tono, dejando resonar algunas palabras cuyo sentido o forma deberían dominar la escena ‘‘…Un exergo viene a almacenar por anticipado y a prearchivar un léxico que, a partir de entonces, debería hacer la ley y dar la/el orden, aunque no sea más que comentándose con nombrar el problema, es decir, el asunto.
Es, pues, la primera figura de un archivo, pues todo archivo, sacaremos de ello algunas consecuencias, es a la vez instituyente y conservador. Revolucionario y tradicional.
Dos citas ejercerán en sí mismas en su forma de exergo esa función de economía archivadora. Pero al hacer referencia asimismo a esa economía, una referencia explícita e insistente, tendrán, por tanto, esta función como tema o como objeto.
Ahora bien, estas citas conciernen a y vinculan secretamente entre ellas dos lugares de inscripción: la imprenta y la circuncisión.
El léxico freudiano insiste, ciertamente, sobre una cierta tecnología ‘‘impresora” de la archivación, más sólo para fingir un mal cálculo económico.
Sigmund Freud nos confía asimismo la impresión, el sentimiento que le inspira esa inversión excesiva y en el fondo gratuita en un archivo que quizá sea inútil.
A título preliminar y limitándonos siempre a esta archivación del archivo freudiano, deberíamos asimismo prestar atención a una fecha.
Pensemos en el modelo técnico de la máquina-herramienta destinada, según Freud, a representar afuera la memoria como archivación interna, a saber el block maravilloso (Mal de archivo.Una impresión freudiana, libro de Jacques Derrida, Editorial Trotta, páginas 15-17).
La susodicha técnica archivadora no determina únicamente, y no lo habrá hecho jamás, el solo momento del registro archivador, sino la institución misma del acontecimiento archivable. No sólo condiciona la forma o la restructura impresora, sino el contenido impreso de la impresión: la presión de la impresión antes de la división entre lo impreso y el impresor. ‘‘La técnica archivadora ha regido aquello que en el pasado mismo instituía y constituía lo que fuera como anticipación del porvenir’’ (página 26).
Esto es, el troquel imprime un contenido sígnico y significativo y todo lo que queda afuera de esa impresión es el exergo, aquello que significa más allá de la impresión fija.