Washington. Estados Unidos sancionó ayer a cinco empresas de Emiratos Árabes Unidos acusadas de transportar petróleo iraní eludiendo el bloqueo que decretó contra el comercio de crudo con la república islámica.

Según el Departamento del Tesoro, estas compañías compraron cientos de miles de toneladas métricas de productos derivados del petróleo de la Compañía Nacional de Petróleo de Irán alegando que provenían de Irak o al menos ocultando su origen.

Es una medida poco común dirigida a empresas de un país como Emiratos, que es aliado de Washington en su campaña de máxima presión contra Irán y que constituye también un importante punto comercial en la región.

El régimen iraní utiliza los ingresos de las ventas de petróleo y petroquímicos para financiar a terroristas como la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria (el ejército ideológico de la república islámica), en lugar de usarlos para la salud y el bienestar de los ciudadanos, aseguró el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.

Las sanciones bloquean el acceso de cinco compañías (Petro Grand FZE, Alphabet International DMCC, Swissol Trade DMCC, Alam Althrwa General Trading LLC y Alwaneo LLC Co) al mercado estadunidense y su sistema financiero y prohíbe a sus ciudadanos realizar transacciones con ellas.

En 2018 el presidente Donald Trump retiró a Estados Unidos del acuerdo internacional con el que potencias de Occidente supervisaban el porgrama nuclear iraní, a cambio de que se le retiraran sanciones, al considerar que el pacto no era lo suficientemente restrictivo.

Desde entonces, ha restablecido y reforzado de manera gradual todas las sanciones, hasta instituir un embargo total sobre las ventas de petróleo iraní, incluyendo severos castigos a cualquier país o empresa extranjera que lo eluda.

En este coontexto, las autoridades iraníes dejaron en libertad al estadunidense Michael White, condenado a 13 años de cárcel, según el Departamento de Estado, que atribuyó ha atribuido la excarcelación a razones médicas.

White fue detenido en 2018 y condenado, entre otros cargos, por insultar al líder supremo de la república islámica, el ayatola Alí Jamenei. Su familia había expresado en los últimos meses preocupación por su estado de salud.

Mike Pompeo, secretario estadunidense de Estado, explicó que la excarcelación, de la que apenas se han dado detalles, está condicionada a su permanencia en Irán.

White está bajo custodia de la embajada suiza, que representa losintereses diplomáticos de Washington en Teherán.

Pompeo agradeció el papel constructivo de Suiza en este proceso y aseguró que el régimen de Trump seguirá trabajando para lograr la plena liberación de Michael, así como la de otros estadunidenses encarcelados erróneamente en Irán.

Llamó a las autoridades iraníes a liberar de inmediato a Morad Tahbaz, Baquer Namazi, y Siamak Namazi, así como facilitar el retorno de Robert Levinson, ex agente de la Oficina Federal de Investigaciones desaparecido en marzo de 2007.

Trump anunció también la liberación de Amer Fakhoury, ciudadano libanés-estadunidense que estuvo detenido más de seis meses en Líbano acusado de torturas. Ya está en camino a Estados Unidos.

Ex miembro de una milicia pro israelí, Fakhoury se exilió hace más de 20 años en Estados Unidos. A su regreso a Líbano en septiembre pasado fue arrestado y procesado por la justicia militar.

Con cáncer avanzado, Fakhoury podrá estar cerca de su familia”, continuó Trump, al destacar que la liberación de estadunidenses encarcelados en el extranjero es una de las prioridades de su gobierno.

Fakhoury era miembro del antiguo Ejército del Sur de Líbano (ESL), milicia cristiana predominantemente armada y financiada por Israel, que ocupó el sur de Líbano hasta 2000.

Según una fuente militar, fue condenado en ausencia por colaborar con Israel. A su regreso, un tribunal lo acusó de haber ordenado actos de tortura a detenidos en la prisión de Kiam, administrada por el ESL.

Ex detenidos, principalmente libaneses y palestinos, se manifestaron en septiembre afuera del Ministerio de Justicia en Beirut acusándolo de ser un carnicero.

Amnistía Internacional y otros grupos de derechos humanos han acusado reiteradamente al ESL de torturar a sus prisioneros.