Madrid. En uno de los días más críticos de la pandemia del Covid-19 en España, en sólo 24 horas se confirmó el fallecimiento de 184 personas y la cifra de infectados superó 11 mil personas; el presidente del gobierno, el socialista Pedro Sánchez, anunció un plan de emergencia económico con el que aprobó una partida presupuestaria extraordinaria de más de 200 mil millones de euros para mitigar las consecuencias en el tejido productivo y social.

Las medidas paliativas para reducir los contagios todavía están en fase inicial, por lo que sus resultados aún no se ven. Según el último informe oficial, en España hay 11 mil 650 infectados, de los cuales 46 por ciento requieren hospitalización y 563 se encuentran en estado crítico e internados en unidades de cuidados intensivos. Los fallecidos suman 514, lo que significa que en menos de 24 horas el número aumentó en 184, nivel dramático y alarmante.

Sánchez presentó un plan de emergencia económico para el que el Estado aportará más de 120 mil millones de euros y la iniciativa privada alrededor de 80 mil millones, con lo que la bolsa de fondos para paliar la crisis es de 200 mil millones. La inyección en la economía con este plan representará alrededor de 20 por ciento del producto interno bruto (PIB), que se repartirá en dos grandes rubros: dar un salvavidas a los más damnificados por la pandemia, sobre todo a quienes se quedaron sin trabajo, y reconstruir el tejido empresarial, golpeado en sectores estratégicos, como servicios, hostelería y turismo. Además, se aprobó una moratoria en el pago de hipotecas para las personas víctimas económicas de la crisis.

El mandatario español compareció con gesto serio, después de haber presidido el primer Consejo de Ministros que se llevó a cabo con la mayoría de los miembros de gabinete por vía telemática, precisamente para reducir al máximo los riesgos de contagio. Sobre todo cuando ya se han confirmado los positivos de dos ministras, de la propia esposa del presidente Sánchez y de destacados políticos en todo el país, como los presidentes autonómicos de Madrid y Cataluña, Isabel Díaz Ayuso y Quim Torra, respectivamente.

En su intervención, Sánchez no ocultó que España recorre una ruta plagada de sombras e incertidumbre y que el camino para salir de la penumbra será largo y difícil. Muy difícil.

La crisis de la pandemia también provocó que aplazaran las elecciones autonómicas que iban a celebrarse el próximo 5 de abril en el País Vasco y Galicia. Así lo decidieron los grupos políticos de las dos regiones, en coordinación con el gobierno central y las autoridades electorales, que tendrán que fijar una nueva fecha que dependerá de la propia evolución de la crisis.