Aunque la dirigencia nacional de Morena ya adelantó que la renovación de los titulares de su presidencia y la secretaría general se definirán por encuesta, por estatutos aún deberá hacer su proceso interno para la elección del resto de las carteras y para los presidentes estatales, para lo cual ya se prevén tres vías.

De cara al Congreso Nacional que se realizará el 18 de julio, fecha en la que deberá quedar definido quién será el próximo o la próxima presidenta del partido, los estatutos de Morena establecen que se deben realizar asambleas distritales para elegir a 3 mil consejeros.

La opción más viable que se prevé es realizar asambleas distritales en las que tendrán derecho a participar quienes formen parte del padrón de 3.1 millones de afiliados que se registraron antes de agosto de 2018 como militantes.

De esta forma podrían cumplir dos objetivos al mismo tiempo: realizar su proceso interno y, al momento de participar, hacer una ratificación de su afiliación para actualizar su padrón.

Además, durante el consejo nacional del pasado fin de semana se propuso hacer las asambleas con el padrón de 270 mil afiliados registrados ante el INE, lo cual sería jurídicamente lo más viable, pero dejaría fuera a 90 por ciento de los integrantes de ese partido.

También se planteó ratificar a los consejeros nombrados en el proceso anulado, pero los asesores jurídicos advirtieron que eso podría ocasionar impugnaciones que prosperen, ya que el Tribunal Electoral dejó sin efecto todas las asambleas realizadas en el fallido proceso interno del año pasado.

Junto con las asambleas, ese partido deberá acatar la resolución del Tribunal Electoral para elegir su presidencia mediante la encuesta. El fin de semana no hubo propuestas firmes para empatarla con el proceso de reuniones, lo cual lo definirán en un mesa interna con líderes de ese partido y asesores jurídicos.