Jerusalén. El presidente israelí, Reuven Rivlin, encargó ayer al jefe del partido de centro Azul-Blanco, Benny Gantz, rival del primer ministro saliente Benjamin Netanyahu, formar nuevo gobierno con el objetivo de sacar al país de una larga crisis política y de afrontar la situación por el nuevo coronavirus.

En las elecciones legislativas del 2 de marzo, las terceras en menos de un año, el Likud, partido de derecha de Benjamin Netanyahu, obtuvo el mayor número de bancas: 36 sobre un total de 120 en el Parlamento, contra 33 de la fuerza de Benny Gantz.

Sin embargo, tras consultas realizadas el domingo con los representantes de los partidos que tendrán presencia en el Parlamento, 61 diputados recomendaron a Gantz, y 58 a Netanyahu.

Por ello, le confío esta oportunidad de formar un gobierno, declaró Rivlin dirigiéndose a Benny Gantz, ex jefe del Estado Mayor, de 60 años.

Netanyahu, de 70 años, el primer ministro que más tiempo ha gobernado en la historia de Israel, es también el primer jefe de gobierno del país en ser inculpado durante su mandato. Está acusado de corrupción, malversación y abuso de confianza en tres casos, y su juicio está previsto para mayo.

Haré todo lo posible por formar un gobierno nacional patriótico lo más amplio posible, ofreció Gantz luego de recibir el mandato de Rivlin, en un discurso de unidad.

Ya es hora de que los jefes de partidos, en particular el Likud, decidan si quieren tomar la vía de la unidad, dijo.

Benny Gantz tiene 28 días para presentar gobierno.

Es un corto periodo, pero dadas las circunstancias actuales de emergencia nacional e internacional, es demasiado largo, declaró el presidente israelí.

El domingo, Rivlin convocó a Netanyahu y Gantz para debatir sobre un gobierno de unión lo más pronto posible para concentrarse en la lucha contra el Covid-19.

Cinco nuevos casos de contagio se han producido en Israel, elevando a 255 el número total de infectados. Además, decenas de miles de personas están confinadas.

Para el analista Nahum Barnea, el coronavirus es la clave de un acuerdo. Si las previsiones pesimistas son correctas, lo inteligente (para Netanyahu) es sentarse junto a Azul-Blanco en un gobierno.

En Israel, es necesario tener el apoyo de 61 de los 120 miembros del Parlamento para constituir un gobierno.

Gantz tiene el apoyo de la Lista Unida de los partidos de la minoría árabe israelí (15 escaños), que lo recomendaron a Rivlin, y el del partido de derecha nacionalista laica Israel Beiteinu, de Avigdor Lieberman.

Pese a ello, no es seguro que llegue a formar gobierno debido a las divergencias entre estos apoyos. Lieberman rehusó en el pasado participar en un gobierno que tuviera el aval de los partidos árabes israelíes.

En otro orden, Benjamin Netanyahu niega las acusaciones de corrupción que se le imputan y se dice víctima de una cacería de brujas.

Su proceso, que debía comenzar hoy, fue postergado al 24 de mayo debido a la pandemia del Covid-19, lo que además ha limitado la labor de los tribunales en Israel.

En los últimos días, Netanyahu llamó a la formación de un gobierno de unión nacional bajo su dirección, argumentando la necesidad de responder a la crisis por la pandemia.

Por lo pronto, los legisladores recién elegidos prestaron juramento ayer, bajo una serie de restricciones debido al brote de la neumonía viral.