Vejez, pérdida de capacidades físicas y cognitivas, soledad e inminencia de la muerte, ejes de ese montaje
Martes 17 de marzo de 2020, p. 4
La comedia de humor Lombrices, con funciones los miércoles a las 20 horas en el Teatro La Capilla, que concluiría temporada el 22 de abril, tendrá la última escenificación mañana con motivo del Covid-19, informó ese recinto; además, desde el jueves 19 se suspenden ‘‘todas nuestras actividades programadas’’.
Consuelo y Martirio son los personajes protagonistas. Dos mujeres que mientras se incendia el edificio donde viven y es evacuado, se ponen a tejer, chismear y comer chocolate, además de intentar asesinarse una a la otra a la manera en que han visto en las películas de Hollywood.
Con dramaturgia del argentino Pablo Albarello, dirección de Daniel Sosa y actuaciones de Alberto Lomnitz y Arturo Reyes, Lombrices narra la historia de Martirio y Consuelo, quienes habitan un mundo saturado de delirios y nostalgias.
Entre contactos con el ‘‘más allá”, de insólitas historias y las más disparatadas visiones del mundo y la confesión de una de ellas por un amor prohibido, ambas ancianas viven entregadas a un juego macabro: asesinarse una a la otra copiando los argumentos de famosas películas de Hitchcock, Scorsese y Tarantino.
Premiada por el Concurso de Teatro de Humor organizado por el Instituto Nacional del Teatro y Argentores, la obra permite reflexionar sobre la vejez, la pérdida de capacidades físicas y cognitivas, la sensación de soledad y la presencia de la muerte, la que en los últimos años de la vejez extrema se aprecia con mayor cercanía, apunta Lomnitz.
Todo ello, destaca en entrevista con La Jornada, ‘‘se escenifica de una manera muy divertida y francamente fársica, salpicado de humor negro”.
Prohibida la desesperanza
Para Daniel Sosa la trama permite reflexionar ‘‘sobre lo que no nos debemos permitir cuando se llega a la vejez: con desesperanza y hartazgo de la vida. Pienso que a pesar de los pesares, jamás hay que perder laesperanza de la vida’’.
Los nombres de los personajes dan una idea de su temperamento y carácter. Martirio no hace otra cosa que martirizar a la otra y Consuelo es un consuelo y todo amor. ‘‘Son dos mujeres que en el fondo se quieren, pero por su historia de vi-da no saben demostrar ese amor queno sea con agresiones”.
Ambas son parte de un supuesto triángulo amoroso en el que se ve involucrado el ex marido de una de ellas. Y ese es el reclamo y el rencor que se llevan hasta el último día de sus vidas. Es el tema de conversación que sacan a relucir para arruinarse la vida, pero también para divertirse.
Albarello, añade Sosa, articula una serie de circunstancias en extremo absurdas y ridículas, por lo que aquello se vuelve muy cómico.
La última función de Lombrices será mañana a las 20 horas en el Teatro La Capilla (Madrid 13, colonia Del Carmen, Coyoacán).