Este jueves, un juzgado de distrito con sede en Coahuila ordenó la liberación inmediata de Mónica Esparza Castro, quien pasó más de siete años encarcelada por cargos de secuestro y posesión de armas de uso exclusivo del Ejército, luego de haber sido víctima de tortura y agresiones sexuales para obligarla a incriminarse de delitos que no cometió.

Como se informó en este diario, Esparza fue detenida el 12 de febrero de 2013 por policías municipales de Torreón, mientras viajaba a bordo de una camioneta con su hermano y su esposo. Tras ser llevada a una bodega, la mujer fue víctima de tortura y violación tumultuaria por parte de los uniformados, mientras un grupo de militares observaba.

El caso de Mónica fue retomado en su momento por Amnistía Internacional y la Organización de las Naciones Unidas, y motivó que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos emitiera la recomendación 15/2016, donde el organismo público documentó que la mujer fue amenazada con matarla a ella y a sus hijos si no admitía ser parte de Los Zetas.

Melissa Zamora, abogada del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Prodh), explicó a La Jornada que ayer, el juzgado primero de distrito en La Laguna, indicó que tanto Esparza como su hermano Édgar y un tercer coacusado por los hechos, de nombre Ismael, habían sido absueltos de sus cargos.

La sentencia es muy relevante porque representa el cumplimiento de las obligaciones que tenía el juez en un caso donde hubo diversas violaciones de derechos humanos muy bien documentadas. Mónica fue víctima de tortura sexual y el suyo es un caso emblemático, en tanto representa la forma en que las autoridades ejercen la violencia de género, subrayó la litigante.

Hoy se realizará una conferencia de prensa en el Centro Prodh, donde Mónica Esparza y sus representantes legales darán más detalles de su absolución.