Abatir la obsolescencia de los sistemas de control de trenes con 50 años de antigüedad y sustituir carros de más de 30 años por otros más modernos y con mayor capacidad, son algunos objetivos del proyecto de prestación de servicios a largo plazo que el Congreso capitalino autorizó en diciembre para la línea 1 del Metro, con una inversión hasta de 38 mil 734.6 millones pesos, a pagar en 18 años.

Al avalar la propuesta financiera, el Legislativo coincidió en la necesidad de resolver las afectaciones generadas por trenes que han alcanzado su vida útil, aunado a que el pilotaje automático es un sistema con un alto grado de obsolescencia, que conlleva a una operación deficiente, y el tramo de Zaragoza a Observatorio tiene 50 años operando, lo que genera un preocupante problema de deterioro en las instalaciones de vías, eléctricas y electrónicas, por envejecimiento natural de operación y por razones de sobrexplotación.

Así lo reconocieron también trabajadores de la subdirección General de Mantenimiento al señalar que el accidente en la estación Tacubaya fue por omisiones de la administración al operar con trenes que ya no deberían estar en circulación por su antigüedad y no tienen un mecanismo de frenado de emergencia”, además de que se han dejado de surtir refacciones y herramientas.

Jesús Urban, inspector jefe de estación de la línea 12, señaló que el gasto para mantenimiento se destina a la compra de máquinas expendedoras de tarjetas, cuando se tienen compresores de aire en mal estado y además se contrata a personal sin experiencia.

Trascendió además un mensaje, atribuido también a trabajadores, en el que relatan que el tren que chocó había reportado una fuga de aire, y pese a ello siguió operando.

Al estar la unidad en la pendiente hacia Observatorio, se suspendió el flujo de energía porque un celular había caído a las vías, lo que provocó que todos los equipos dejaran de funcionar y el tren se deslizara hacia atrás.

Cuando se empieza a quedar sin aire estando en una rampa, por protocolo tiene que aplicar los frenos de mano que tiene cada vagón, que funcionan de manera mecánica cuando el Metro no tiene aire, pero aquí fue tan rápido que no dio oportunidad de activarlos.

El dirigente del sindicato del Metro, Fernando Espino, informó que los conductores de los trenes accidentados se encuentran en buenas condiciones de salud, en espera de rendir declaración. Descartó un error humano e indicó que el dictamen de los técnicos del STC e internacionales tardará algunas semanas.

Dijo que el conductor que se impacto le explicó que el tren se quedo sin control de mando, sin obedecer su instrucción al realizar una maniobra para acomodar el tren en la vía dos de Observatorio a Pantitlán, para sacarlo en el primer servicio del miércoles