egún la Real Academia de la Lengua: “CONFORT… m. (masculino). Del francés confort y del inglés comfort. Bienestar o comodidad material”. Vale la pena explicarlo. En particular para entender cómo en el futbol mexicano aplica, más cuando el descarado aún técnico del Atlas, Rafael Puente del Río, se atreve a decir que no va a renunciar, a pesar de ver cómo hunde a la pobre Academia luego de cinco derrotas seguidas.

Las declaraciones de Puente en el sentido de que no renunciará, que jamás se dará por vencido y de plano, comprándose tiempo al barbear como puede a los dirigentes de Orlegi, como Alejandro Irarragorri , para que no lo corran, ya son de pena ajena. Lo peor, sigue viviendo en su zona de confort, donde encuentra la comodidad material que indica la definición, cobrando para hundir más a un equipo que no camina, que no juega, que no muestra ya no digamos amor propio, por lo menos algo de dignidad. Dice que por trabajo no ha parado. Así será el trabajo que hacen que han anotado dos goles y recibido 10.

Pero él ya ha impuesto el récord de ser el técnico que más derrotas consecutivas ha acumulado en la Liga Mx, siete con Querétaro y cinco con Atlas, además de haberse llevado entre las patas a Lobos BUAP, al que ciertamente dirigió para que ascendiera, pero del que salió en la fecha 13 del torneo Clausura 2018, luego de que sólo ganó uno de sus últimos seis partidos y que consiguiera nueve de los 39 puntos que disputó, algo que influyó sustancialmente para que el equipo poblano regresara a la segunda división.

De hecho, resulta una curiosidad que el último clavo de su ataúd en el Querétaro en el Clausura 2019 fue puesto precisamente por Lobos, dirigido entonces por Paco Palencia, quien lo venció 3-1 en lo que fue su séptima derrota consecutiva, el 17 de febrero del año pasado. Así que, sin contar las vacaciones forzadas de la fecha ocho a la 17 del torneo anterior, Puente no ha levantado la mano en señal de victoria en más de un año. Y tener chamba gracias a las amistades de papi, pues sí, eso es estar en la zona de confort.

Otros que entraron en una zona similar, pero en condiciones diferentes, son Chivas, Cruz Azul y la afición en general. En Guadalajara, Ricardo Peláez ya aprendió que estar callado es más productivo que salir en todas las fotos y hablar en todas las conferencias. Nada más se calló y el Rebaño, como anticipamos en este espacio, empezó a ganar a medio torneo. Ya suma tres victorias consecutivas y lo mejor es que su director o presidente deportivo, cualquiera que sea su puesto, ya no sale ni en las tomas de televisión con su rosario en la mano.

Así como Chivas, el Cruz Azul, ya sin la funesta presencia de un hablantín directivo (casualmente el mismo Ricardo Peláez), está trabajando en serio y se consolida como líder solitario de la tabla general con cinco victorias consecutivas en la Liga Mx, dos en la Concachampions, y cosa curiosa, no pierde desde la fecha uno, cuando Puente júnior aún no perjudicaba al Atlas (que con Leandro Cufré al menos ganó dos encuentros, aunque haya perdido los otros dos, y por ahí ganó un duelo de la Copa).

El León salió del letargo al ganar de forma contundente a Bravos de Juárez y recuperó su lugar en la tabla general, donde alterna con los cuatro cuadros más mediáticos del futbol mexicano: La Máquina, América, Pumas (cuyos resultados de las últimas dos jornadas los relegaron) y Chivas, que, siendo objetivos, vendría a ser con sus tres triunfos seguidos el segundo equipo más caliente de la Liga, justo atrás de los Cementeros.

Pero ya estamos en marzo y esta semana se miden los cuatro mejores del torneo, León recibe a Pumas, América a La Máquina y veremos si Chivas se trepa a los cuernos de la luna a costa de Antonio Turco Mohamed y el triste Monterrey cuando el sábado en la noche los reciba en la Perla de Occidente. Y la semana próxima, agárrese porque ahí viene el América-León que también va a sacar chispas.

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