El decreto que reforma la aportación económica que los sacerdotes deben entregar a la Arquidiócesis Primada de México impedirá en muchos casos brindar el apoyo de alimentos a migrantes e indigentes, además de generar problemas para pagar los servicios de agua, luz, predial y compensar a los colaboradores de los templos, afirman párrocos inconformes con la política financiera establecida por el cardenal Carlos Aguiar Retes.

Presbíteros diocesanos –como se denomina a quienes no forman parte de las grandes congregaciones, sino que dependen directamente del cardenal Aguiar Retes– señalaron que la arquidiócesis les ha establecido la obligación moral que tienen de convencer a los profesionistas que colaboran en cada iglesia para que presten sus servicios a la curia, sobre todo si se trata de abogados y contadores, pues servirán al ecónomo Efraín Hernández Díaz, encargado de supervisar las finanzas de los templos y capillas que controla la curia capitalina.

El sacerdote Rafael, quien debe pagar 5 mil pesos mensuales a la curia, asegura que si no cumple con la cuota que le fue impuesta será relevado de su cargo como párroco, y su templo, ubicado en la colonia Doctores, se entregará a otro presbítero.

–Nada más falta que ahora pongan tarifa a las limosnas que entreguen los asistentes a misa.

–Pues ya casi la van a poner. Porque si ahora un templo no alcanza a cubrir lo que está pidiendo la arquidiócesis, el cura tiene que decir a la gente: ‘caíganle con más para que se junte lo que tenemos que entregar’.

Me enteré de un templo en el que van a poner a su gente a trabajar en kermeses, tómbolas y rifas con tal de pagar esta cuota.

En tanto, el padre Sergio, un hombre de casi 60 años y que habita en una vieja iglesia cercana al Centro Histórico de la Ciudad de México, señala que muchas actividades pastorales se sostienen gracias a lo que ingresa por limosnas en las alcancías, “que cada vez son menos, porque hay menos feligresía.

“Ahora los enviados de la arquidiócesis tendrán el control de todo lo que se registra por cada sacramento y hasta lo que ingresa por limosnas.

“El ecónomo lo ha dicho: ‘Aquí se paga la cuota, y cada templo se va a hacer responsable de sus gastos’. ¿Y quién va a pagar esa carga? Pues el pueblo, porque no hay de otra.”

No hay información sobre el sistema para retiro de curas

Hasta diciembre pasado cada sacerdote debía entregar 10 por ciento de los ingresos de su iglesia. De ese dinero, 5 por ciento era para la vicaría (la arquidiócesis de la Ciudad de México está integrada por ocho de ellas), y con esos recursos se pagaban los sueldos y servicios. Otro 5 por ciento se destinaba a la arquidiócesis.

Sobre las acciones financieras que emprendió el cardenal Aguiar Retes, la Arquidiócesis Primada de México organizó cursos de capacitación en materia administrativa y contable y estableció un servicio telefónico para que cada párroco conozca los alcances de la actualización del Decreto sobre la Reordenación Económica de las diversas estructuras de la curia, refieren archivos en poder de La Jornada.

Los documentos están firmados por su hermano en Cristo Jesús, el presbítero Efraín Hernández Díaz, ecónomo arquidiocesano.

El funcionario de la arquidiócesis, señalan los prebísteros, no ha podido explicar qué pasó con los recursos que se aportaban para el Fondo Sacerdotal para Adultos Mayores y que supuestamente garantizaban la manutención de los viejos párrocos; hoy sólo se nos indica que están abrogadas las cuotas, pero nunca se nos ha entregado información de una cosa parecida a la existencia de un sistema para el retiro.