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Basta de impunidad
Los feminicidios van a terminar: AMLO
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▲ Castigo a los asesinatos contra las mujeres, la demanda principal de las manifestaciones de ayer.Foto Víctor Camacho
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Periódico La Jornada
Lunes 9 de marzo de 2020, p. 3

Fresnillo, Zac., Desde tierras zacatecanas, donde encabezó el acto denominado Conmemoración del Día de la Mujer y Programas del Bienestar, el presidente Andrés Manuel López Obrador llamó a no confundirse ni a manipular, porque la violencia en contra de las niñas y las mujeres es incompatible, no es compatible con nuestros ideales, no lo queremos ni lo vamos a permitir.

Subrayó que haber llegado a la Presidencia sin tener que pactar con la mafia del poder o grupos de intereses creados le permitirá desplegar una estrategia de seguridad con énfasis en la atención de las causas. Por eso, estoy optimista y sé que vamos a reducir el índice delictivo y se van a terminar los crímenes de odio y los feminicidios, porque vamos a estar como siempre trabajando con este propósito.

Clima frío y poca empatía de su discurso con los asistentes al acto, durante el cual López Obrador censuró al machismo: El que no brinque, a ver, el que no se pare es machista, intentó involucrar a la gente en su condena. ¡Ahh! ¿Se van a quedar sentados?, reprochó ante la indiferencia de la gran mayoría, logrando después la respuesta, poco entusiasta, de la gente, todos en contra de la discriminación, en contra del racismo, del clasismo y del machismo.

Una arenga oscilante entre la problemática femenina y sus políticas sociales en la que López Obrador subrayó: quizá lo más importante que podamos decir el día de hoy es que los programas del gobierno federal benefician a 21 millones de personas, de las cuales 12 millones 600 mil son mujeres, es decir, 60 por ciento de beneficiarios; de los 310 mil millones de pesos,que estamos distribuyendo, 185 mil millones son para las mujeres.

Apeló a su terquedad, como virtud, para superar la coyuntura de inseguridad y de violencia, porque así como fui terco para llegar a la Presidencia, así soy terco ahora y vamos a serenar al país, vamos a acabar con la violencia.

Expresó su convicción de que su estrategia de atender a las familias, de enfrentar las causas de la inseguridad y la violencia dará resultados, porque ahora no tienen como fundamento, como era antes, el uso de la fuerza, sino la atención a los graves problemas de desigualdad, de pobreza, al grave problema de la desintegración familiar. La familia es la institución de seguridad social más importante en el país, por eso convocó a sus simpatizantes a no dejar este tema a los conservadores, sino asumirlo como prioridad.

Largo discurso que incluyó la infaltable apelación a la historia para hacer un recorrido sobre el papel de la mujer en los grandes momentos: si había un dirigente independentista, pues tenía a su compañera, y ¿no platicaban? ¿No le decía él a su compañera cómo estaba la lucha? ¿No opinaba la compañera de ese independentista?

Arropado por las secretarias de Gobernación, Olga Sánchez Cordero; del Trabajo, Luisa María Alcalde; de Economía, Graciela Márquez, y de Bienestar, María Luisa Albores, todas ellas –con excepción de esta última– con atuendos morados para expresar su identidad con las causas feministas, López Obrador se asumió como afín a estas reivindicaciones de la mujer.

Yo estoy a favor de las causas de las mujeres, dijo, aunque de inmediato acotó: pero no quiero la separación de mujeres y de hombres; es la lucha de las mujeres y de los hombres.

Insertó la lucha feminista en la histórica demanda por la equidad social. Para el mandatario, la lucha por los derechos de la mujer en México y en el mundo tienen como eje principal la lucha por la igualdad social, la lucha a favor de los humildes, de los pobres, la lucha contra la explotación de hombres y mujeres, contra la opresión.