a Balanza de Pagos cerró 2019 como sigue: Un déficit en Cuenta Corriente de -2 mil 444 millones de dólares y otro de -56 millones en la Cuenta de Capital; ambos fueron financiados por una entrada neta de capital foráneo de 11 mil 314 millones en la Cuenta Financiera; el remanente por 8 mil 814 m fue a Errores y Omisiones (Gráfico 1). Los activos de reserva del país (incluidos en la Cuenta Financiera), aumentaron en 2 mil 638 millones, con lo que la Reserva Internacional cerró 2019 en 180 mil 750 mdd.

La Cuenta Corriente tuvo su mejor resultado en el último cuarto de siglo. Su reducido déficit de -2 mil 444 mdd contrasta con los de años recientes (Gráfico 2).

De las balanzas que la integran, la de Mercancías presenta en este formato un superávit de 5 mil 624 millones (incluye los intercambios realizados en puertos por medios de transporte), el primero en dos décadas salvo uno marginal de 291 millones en 2012 (Gráfico 3).

La Balanza de Servicios, (transportes, viajeros, servicios financieros y otros) crónicamente en déficit, en 2019 sin embargo se redujo a -6 mil 172 millones, sensiblemente menor al de los años previos (Gráfico 4).

La Balanza de Renta (utilidades y dividendos por inversiones directas e intereses por préstamos) es también crónicamente adversa para el país. Su déficit aumentó en 2019 a -37 mil 175 millones de dólares (Gráfico 5). Por este concepto México pagó 50 mil 502 millones de dólares.

La balanza de Transferencias es, a la inversa, la única favorable a México por las remesas familiares (36 mil 360 millones en 2019). Su saldo superavitario de 35 mil 279 mdd el año pasado continúa su tendencia ascendente (Gráfico 6).

La salida de capital mexicano al exterior en 2019 fue de 26 mil 213 millones de dólares, cifra superior al ingreso por turismo (24,568), venta de petróleo (25,985) y las exportaciones agropecuarias (18,106) (Gráfico 7). Del total, 6 mil 188 millones fueron inversiones directas productivas, y 20 mil 025 millones fueron inversiones financieras en fondos, valores o depósitos en el exterior en donde su rendimiento es menor, ¿entonces?

México requiere arraigar sus capitales y una Cuenta Corriente fuertemente superavitaria para dejar de depender del capital extranjero, para disminuir la deuda externa y sus intereses, y para incrementar sanamente su reserva internacional. Es preciso profundizar los logros de 2019 con políticas activas de remplazo de importaciones y dinamización de la producción interna particularmente la de bienes y servicios básicos.

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