Kabul. Al menos 32 personas murieron y 81 resultaron heridas ayer tras un ataque perpetrado por hombres armados durante un homenaje luctuoso al político hazara Abdul Ali Mazari en esta capital, al que asistieron el primer ministro, Abdulá Abdulá, y el ex presidente Hamid Karzai.

Es el primer atentado tras la reciente firma del acuerdo de paz entre Estados Unidos y los talibanes.

El gobierno de Washington pidió a la Organización de Naciones Unidas respaldar el acuerdo.

El grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Afganistán revindicó en un comunicado el ataque y aseguró sin pruebas que en la operación hubo 150 politeístas y miembros de las fuerzas de seguridad apóstatas muertos y heridos. Agregó que los atacantes Ahmad al Tayiki y Abdulrahman al Muhayir abrieron fuego con ametralladoras, granadas y un lanzacohetes, además de estallar dos bombas.

Los disparos se realizaron desde un obra en construcción próxima al homenaje, declaró el vocero del ministerio del Interior, Nasrat Rahimi, quien en un principio reportó sólo 27 muertos y 29 heridos. Imágenes difundidas en redes sociales mostraban cuerpos alineados en el suelo.

Los talibanes negaron su implicación en el ataque, que se produjo menos de una semana después de la firma del acuerdo de paz, que establece las condiciones para la retirada del ejército estadunidense de Afganistán. Para cumplir el pacto, los talibanes deben respetar un cese al fuego permanente.

Horas después del atentado, el presidente Donald Trump, dijo que existe la posibilidad de que los talibanes retomen el poder en Afganistán tras la retirada de las tropas. No debería ser así, pero es una posibilidad.