Al advertir que impondrán control político a las fiscalías de justicia que no investigan los feminicidios, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, aseguró que las mujeres no están enojadas con el gobierno, sino con las violencias en sus entornos.

La funcionaria se reunió ayer con algunas de sus compañeras del gabinete, quienes expusieron los planes con perspectiva de género que impulsan en sus respectivas dependencias.

Al final, en conferencia de prensa respondió enfáticamente cuando un reportero le preguntó su opinión acerca del enojo de mujeres que se muestra, por ejemplo, en la pinta de monumentos.

No te confundas, (las protestas) son contra las violencias, afirmó.

En cuanto a la participación de las funcionarias en el paro del próximo lunes (M9), indicó que decidirán lo conducente a partir de una reflexión personal y libre. Rechazó que esta posición (ella estará el lunes en su oficina) se relacione con la certeza de que hay falsas feministas que se suben a la ola del movimiento.

Argumentó que el gobierno del presidente López Obrador es de libertades y, en ese contexto, cada uno va a tomar su decisión.

La secretaria abrió la reunión con un reiterado mensaje de apoyo al plan de acción de las mujeres, y aseguró que estarán escuchando sus demandas. Pidió que las manifestaciones se realicen con paz y civilidad, al tiempo de prometer seguridad reforzada para las particiántes en los actos.

“La movilización es oportuna y necesaria para superar las nefastas prácticas patriarcales (…), para que las exigencias de las mujeres al gobierno y a las instituciones de justicia sean atendidas”, subrayó.

“Sabemos –añadió– que la apatía, la omisión y la enajenación frente al dolor y las tragedias acaban con la cohesión social.

Queremos un México vivo y las legítimas manifestaciones de las mujeres son importantes, porque las hacen protagonistas de esta transformación, señaló.

Sin embargo, más adelante, en la ronda de preguntas, comentó que las mujeres sí están muy enojadas, pero por las violencias que sufren en su familia y trabajo, en su ámbito público y privado, por el machismo y la estructura patriarcal, por lo cual consideró que la deconstrucción no sólo es asunto del gobierno, sino de todos. El gobierno no puede hacerlo todo, subrayó.

Sobre las acciones que podría emprender el gobierno federal ante la impunidad que significa el olvido de miles de carpetas y averiguaciones previas de violencia contra las mujeres, precisó que el tema central es combatir la impunidad, porque se trata del principal problema del país, que ha provocado, entre otras cosas, el aumento de los feminicidios.

Dijo que si bien las fiscalías son autónomas, enviarán las observaciones de las fallas a los congresos estatales y ejercerán marcaje personal y control político, más que judicial, hacia peritos y jueces. Más allá de esto, no podemos hacer mucho, lamentó.

Sánchez Cordero estuvo acompañada por las secretarias de Economía, Trabajo, Bienestar, Función Pública y Cultura, así como las responsables de organismos como el Instituto Nacional de las Mujeres, el Consejo Nacional de Población y la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres.