Decamerón, de Boccacio, y Muerte en Venecia, de Thomas Mann, también aluden a esos azotes de la humanidad // En Némesis, Roth aborda los estragos de la polio
Viernes 6 de marzo de 2020, p. 5
Escritores como Albert Camus, Gabriel García Márquez y José Saramago, ganadores del Premio Nobel de Literatura, han explorado en su obra los miedos y pensamientos que alguna epidemia ha producido en la humanidad.
También gozan de fama las narraciones Decamerón, de Giovanni Boccaccio; La máscara de la muerte roja, de Edgar Allan Poe, y Muerte en Venecia, de Thomas Mann, otro Nobel. Las dos primeras contrastan en el desenlace de los nobles que se enclaustran mientras la peste asuela sus entornos.
El estadunidense Philip Roth aborda en Némesis una grave epidemia de polio en Nueva Jersey. El protagonista es Bucky Cantor, quien reúne las emociones de esta situación: miedo, pánico, cólera, desconcierto y sufrimiento.
Tucídides narra mortandad por una plaga
El testimonio del médico Rieux, en La peste, del escritor y pensador francés Albert Camus, explora lo que ‘‘fue necesario hacer y que sin duda deberían seguir haciendo contra el terror y su arma infatigable, a pesar de sus desgarramientos personales, todos los hombres que, no pudiendo ser santos, se niegan a admitir las plagas y se esfuerzan, no obstante, en ser médicos”.
El texto de Camus consigna: ‘‘Nunca es agradable estar enfermo, pero hay ciudades y países que nos sostienen en la enfermedad, países en los que, en cierto modo, puede uno confiarse (...) Pero en Orán los extremos del clima, la importancia de los negocios, la insignificancia de locircundante, la brevedad del crepúsculo y la calidad de los placeres, todo exige buena salud”.
José Saramago abordó una plaga en Ensayo sobre la ceguera, publicado en 1995. Relata un contagio que ciega a toda la población, excepto a la protagonista. Otro título muy conocido es El amor en los tiempos del cólera, de Gabriel García Márquez.
Unos de los primeros textos que abordan una epidemia es Historia de la guerra del Peloponeso, escrita por Tucídides en el siglo V aC. Narra la plaga que mató a una tercera parte de la población de Atenas.
El último hombre, de Mary Shelley, obra apocalíptica
Mann, en cambio, relata cómo a principios del siglo XX, un compositor viaja a Venecia para descansar. Ahí se fija y persigue con amor y obsesión a un adolescente. Mientras, la ciudad atraviesa una epidemia de cólera que matará al protagonista.
Albert Camus cita en su novela un epígrafe de Daniel Defoe, autor del conocido Diario del año de la peste (1722): ‘‘Tan razonable como representar una prisión de cierto género por otra diferente es representar algo qué existe realmente por algo que no existe”.
El relato ficticio de Defoe explora con detalle la gran plaga de un Londres en 1665. Con grandes esfuerzos hace hincapié en los sucesos para dotarlos de verosimilitud, al grado de proporcionar cifras y evaluar testimonios.
La creadora del monstruo Frankenstein, la británica Mary Shelley, también es responsable de la novela apocalíptica El último hombre (1826), que fue criticada con severidad en su época y luego desapareció hasta que fue redescubierta en los años 60. Entre muchos otros escritores.