Madrid. Investigadores del Instituto Karolinska en Suecia, junto con un equipo internacional, descubrieron la relación entre la duración del embarazo y los cambios químicos producidos en el ADN de recién nacidos, en un estudio publicado en Genome Medicine.

Los expertos analizaron esta relación en más de 6 mil recién nacidos y observaron que, por cada semana más de embarazo, se detectaban cambios en la metilación del ADN en miles de genes de la sangre del cordón umbilical.

Nuestros hallazgos indican que estos cambios pueden influir en el desarrollo de los órganos fetales, señaló el primer autor del estudio y estudiante de doctorado en el departamento de Ciencia y Educación Clínica del Instituto Karolinska, Simon Kebede Merid.

En este sentido, y si bien la mayoría de las metilaciones de ADN observadas al nacer tienden a no persistir en la infancia, en 17 por ciento de los casos analizados los niveles fueron estables desde el nacimiento hasta la adolescencia.

Problemas de salud de bebés prematuros

Ahora tenemos que investigar si los cambios en el ADN están relacionados con los problemas de salud de los nacidos de forma prematura, destacó el profesor Erik Melén, del mismo departamento.

El parto prematuro afecta a entre 5 y 10 por ciento de niños en el mundo y la mayoría se desarrollarán y crecerán de forma normal, aseguraron los expertos. No obstante, el parto prematuro también se relaciona con enfermedades pulmonares, problemas oculares y trastornos del desarrollo neurológico, sobre todo en los casos muy prematuros.

Esto se explica, porque durante el periodo fetal los procesos epigenéticos (modificación química del ADN) controlan su desarrollo y crecimiento. Uno de estos factores es la metilación del ADN, que va a influir en el grado de activación del gen y la cantidad de proteína formada.

Esperamos que los hallazgos aporten un valioso conocimiento sobre el desarrollo fetal y, a largo plazo, nuevas oportunidades para una mejor atención de los bebés prematuros con la finalidad de evitar complicaciones y efectos adversos para la salud, concluyó Erik Melén.