Juan Ochoa es el hijo de en medio. Tiene 20 años y recientemente se certificó de paramédico, aunque su experiencia en la atención a personas en situaciones vulnerables es más antigua. Desde hace seis años es socorrista y, al igual que sus hermanos, desde muy chico ha viajado en la ambulancia que su familia administra y trabaja.

Además de ser su fuente de sustento, este vehículo ha generado vocación en los jóvenes Ochoa. Es cuestión de que tú quieres ser como tu papá. Yo veía cuántas vidas salvaba; niños, todo lo que él veía, y me inspiré en él, aseguró Juan, quien no se ve dedicándose a otra cosa, pues considera que su oficio lo lleva en la sangre.

Para Ochoa lo más difícil de su trabajo es poder ponerte en el papel de una persona que está atravesando una situación vulnerable; tienes que ir muy bien preparado para ayudarla, aunque tengas tus emociones bajas, debes ir con mucha fuerza para poder estar en su papel, explicó en entrevista.

El joven paramédico admira la paciencia que tiene su padre para apoyar al resto de las personas. Define su oficio como el de salvaguardar la vida de alguien y luchar porque sobrevivan hasta sus últimos signos vitales.

Gran parte de su formación proviene de la cercanía que él y sus hermanos han tenido con los primeros auxilios. “Poco a poco me fue gustando la ambulancia y yo era muy intuitivo. ‘¿Cómo se llama esto?, ¿cómo se llama lo otro?’, preguntaba, y así es como formé parte de este equipo”, relató.

Sobre Familia de medianoche, documental en el que aparecen él y su familia retratados en su día a día, Juan se siente contento. Espera que la película sirva para hacer consciencia de su labor, para que vean la cultura del manejo; cuando un carro no se quita y llevamos un paciente grave. Para que vean la experiencia de un paramédico, su vida, sobreviviendo y a la vez ayudando a los demás.

El joven considera que la presencia del director de la cinta, Luke Lorentzen, no cambió nada en su cotidianidad cuando la estaban grabando. La diferencia fue que sabíamos que todo esto que él estaba filmando era para un bien, para que todo esto se mejorara, indicó.

Aunque no imaginaba que su trabajo pudiera reflejarse alguna vez en pantalla grande, sí era consciente de la importancia de su labor. Siempre hemos creído que somos líderes, que somos de los mejores, que siempre hacemos lo que está en nuestras manos. Eso es lo que siempre llevo a cabo, que somos grandes por todo lo que aportamos.

Además de exponer el problema sobre el estado de las ambulancias en la Ciudad de México, para el director de Familia de medianoche poder filmar la vida de los Ochoa le ha servido parar hablar de dilemas éticos muy complicados y muy interesantes, de cómo puedes a la misma vez poner comida en la mesa y salvar vidas, son dos metas que no siempre se ponen en la misma discusión.

El documental de Luke Lorentzen se estrena el 6 de marzo en las salas de Cinépolis.