La Celestina, obra de Fernando de Rojas, en versión contemporánea dirigida por Ruby Tagle, es un exhorto a que ‘‘los jóvenes no deban morir por amor ni por la intervención de adultos. Tampoco, sacrificar al otro por una necesidad personal”.

En entrevista con La Jornada, la bailarina y coreógrafa explica que ‘‘la superchería, prejuicios y rencor de clase que aborda la obra que apareció en 1499, aún existen. Ojalá no tuviéramos que enfrentarnos varios siglos después a los mismos demonios de la humanidad.

Añade que el tema de esa obra del Siglo de Oro español ‘‘es muy cercano a lo contemporáneo. Las pasiones y la condición humana son las mismas. Sin embargo, creo, lo que pasa en el teatro es para que no suceda en la realidad”.

Asimismo, Ruby Tagle dirige la escena y movimiento de la ópera Ambrosio: fábula de un amor ilícito, que se estrenará el 10 de mayo en el Palacio de Bellas Artes.

Corromper la belleza, viejo vicio de la humanidad

La actriz y directora Rosenda Monteros, quien falleció en diciembre de 2018, hizo esa versión de La Celestina; ‘‘es el homenaje a toda su carrera. Ella hace una síntesis. Se quedó con la sustancia de los personajes y de la historia. Cuenta el corazón de cada uno. Los sintetiza en 21 escenas. Es una sola escena de amor en lugar de dos encuentros amorosos entre los amantes Calisto y Melibea”, relata Tagle.

Con Monteros conversaba sobre qué es la acción para el teatro y la ópera. ‘‘Están la música y la palabra como vehículo, pero si sólo fuera música, palabra y canto podría hacerse en concierto y en una lectura en atril. Me parece que la acción es lo que determina que los personajes cuenten”.

Ruby Tagle sostiene que ‘‘el discurso del que quiero hablar es el viejo vicio de la humanidad: corromper la belleza y la pureza. Ojalá ya no sucediera pero seguimos haciéndolo.

‘‘Para mí, los que cuentan la caída de la pureza son Pármeno y Melibea. A ella la vence la vanidad y el deseo. A aquél, el corazón roto, cuando lo lastima el amo. Después se corrompe por el dinero.

‘‘Me importa que la gente lea esa caída y que se prevenga de que no hay necesidad de llegar a ese extremo y de que podemos elevarnos a una notita más alta de la espiritualidad dentro de la misma condición humana. No cerrarnos sólo a la oscuridad, menos en estos tiempos.

‘‘Más allá de si se cree que existe el mal, es uno mismo el que toma las decisiones. Entre muchas otras cosas. Celestina las toma y eso es lo que la pierde y lleva a la muerte.”

Las últimas funciones de La Celestina son hoy y mañana a las 18 horas en el teatro del Bosque Julio Castillo (Reforma y Campo Marte, Polanco Chapultepec). El viernes, al finalizar la escenificación, habrá un conversatorio en el vestíbulo.