Diputados someten a interrogatorio público a testigos convocados para aportar pruebas de cargo o descargo sobre la acusada
Sábado 29 de febrero de 2020, p. 12
La Cámara de Diputados se prepara para erigirse en órgano de acusación en el proceso de juicio político contra Rosario Robles Berlanga antes del 19 de marzo, y el Senado tres días después se instalará en órgano de sentencia.
La suerte que correrá Robles Berlanga será el de inhabilitación política para que nunca más ejerza cargo alguno en el servicio público o de elección popular. La única sanción aplicable a la ex secretaria de Sedesol y Sedatu es la inhabilitación, porque al encontrarse presa y sin puesto en el gobierno, no hay razón de remoción.
Antes del 16 de marzo, la Sección Instructora entregará el documento a la Mesa Directiva en San Lázaro, instancia que habrá de erigir a la Cámara de Diputados en órgano acusador, y una vez que se dé trámite al dictamen contra Rosario Robles por mayoría simple, un grupo de diputados fiscalistas entregarán al Senado el texto, con objeto de que esa instancia en sesión especial dicte sentencia, con el requerimiento de la mayoría calificada, es decir dos terceras partes del pleno senatorial.
También la Sección Instructora, se instaló en la sala panóptica de San Lázaro –y en un hecho que no se había observado nunca– sometió a interrogatorio público a testigos que fueron convocados a aportar pruebas de cargo o descargo de la acusada. Entre los testigos se presentaron Muna Dora Buchain; el ex auditor superior, Juan Manuel Portal; Enrique González Tuburcio, ex subsecretario de la Sedatu; Javier Guerrero, ex subsecretario de la Sedesol, Víctor Tapia y Wendy Arrieta.
La solemnidad del interrogatorio, similar a la de las salas de comités de comparecencia, pretendió ser opacada por la hija de la inculpada, Mariana Moguel Robles, quien se presentó con un grupo de 20 personas acarreadas de la delegación Iztapalapa, y quienes sin hacer mucha bulla dejaron sentir su simpatía por la ex jefa de gobierno. Los organizadores del encuentro, habilitaron un salón contiguo a la panóptica y colocaron monitores para que la porra de Robles siguiera las incidencias del interrogatorio.
Lo más sobresaliente del encuentro lo protagonizó Juan Manuel Portal, quien reveló cómo en las penumbras de la ASF se administran las revisiones y fiscalizaciones al gobierno. Recordó que Rosario Robles le envió 65 cajas –en un camión– con documentación que no comprobaba nada. Así se lo hice saber a la secretaria, dijo dubitativo.
Y, además, en medio de la opacidad en las cuentas que le presentaba la secretaría a cargo de Rosario Robles, Portal relató que fue de tal magnitud el cúmulo de irregularidades en la Sedesol y la Sedatu, que le notifique personalmente
a Rosario Robles, y ella me prometió que no lo volvería a hacer
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Muna Dora Buchain adujo que en la estructura de manejos cuestionables figuraron los proveedores que eran supuestamente contratados por los rectores (de las universidades con la que la Sedesol y la Sedatu establecieron convenios), pero al consultarlos ellos negaron haber tenido contacto con los rectores. Eran proveedores contratados no por ellos, sino por dichos de ellos.