Culiacán, Sinaloa., Heriberto P, El Koala, uno de los asesinos materiales de Javier Valdez Cárdenas, corresponsal de La Jornada en Sinaloa, fue sentenciado por ese homicidio a 14 años y 8 meses de prisión, al aceptar ayer que se le dictara condena en un procedimiento abreviado, en el cual se acreditó que el autor intelectual del atentado fue Dámaso López Serrano, El Mini Lic, integrante del cártel de Sinaloa y rival de los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán.

Durante el desahogo de la audiencia intermedia que se realizó en las instalaciones del Poder Judicial de la Federación (PJF) en Culiacán, Sinaloa, la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos contra la Libertad de Expresión (Feadle), presentó un testigo de identidad reservada que fue contactado por El Mini Lic para que llevara a cabo el ataque en contra del también autor de Los Morros del Narco, y que le ofreció 100 mil pesos por ello.

En el testimonio se mencionó que el ahora testigo colaborador se negó a ello, y López Serrano –hijo de Dámaso López Núñez, El Licenciado, uno de los hombres más cercanos a Joaquín El Chapo Guzmán Loera–, le dijo que del ataque se encargarían El Koala y El Quillo.

Luego del homicidio El Mini Lic huyó a Estados Unidos debido a la persecución que en su contra llevaban a cabo Alfredo e Iván Guzmán Salazar, hijos de El Chapo Guzmán, y en julio de 2017 se entregó a las autoridades de Migración en California, y posteriormente se convirtió en testigo de la agencia antidrogas de ese país (DEA, por sus siglas en inglés).

Javier Valdez Cárdenas fue asesinado el 15 de mayo de 2017 a unas calles de las instalaciones del sumario Ríodoce, publicación de la cual fue fundador. El Koala, El Quillo y un hombre identificado como Luis Idelfonso N, El Diablo, dispararon en contra del periodista y luego huyeron del lugar llevándose con ellos el vehículo en el que viajaba el informador.

En una audiencia que duró alrededor de ocho horas, El Koala se acogió al criterio de oportunidad ofrecido por la Feadle, siendo esta la primera sentencia condenatoria que obtienen la Fiscalía General de la República (FGR) y de manera concreta la fiscalía especializada en un caso de homicidio cometido contra un periodista.

En tanto, Francisco N, El Quillo, no aceptó la propuesta de la Feadle que consistía en recibir una sentencia de 20 años y ocho meses de prisión por lo que en su caso continuará el desahogo de la audiencia intermedia, la cual está programada para dentro de un mes.

Inicialmente, durante el desahogo de la audiencia de la causa penal 49/2018, los implicados se negaron acogerse al recurso del procedimiento abreviado; sin embargo, luego de un receso y para asombro de hasta la propia Fiscalía, Heriberto P, señaló que él sí lo aceptaba.

Miguel Rochín Soto, abogado defensor de Juan Francisco P, le dio a conocer al juez Édgar Rafael Juárez Amador que la fiscalía les había hecho tres propuestas con distintos años de sentencia para acogerse al proceso abreviado, por lo que su defendido tenía dudas.

La primera dijo, les fue hecha de manera verbal hace aproximadamente un año por el propio titular de la Feadle, Ricardo Sánchez Pérez del Pozo, quien les había señalado que podría ser una sentencia de 14 años 8 meses, la última propuesta fue momentos antes de la audiencia de este jueves donde le señalaron que ofrecían una pena de 20 años 8 meses, por lo que se negó.

El representante de la fiscalía explicó al juez que la pena propuesta a Juan Francisco P correspondía a que este cuenta con otros dos procesos, ambos por posesión de armas de fuego de uso del Ejército, uno que corre en Mexicali, en el cual ya se acogió al proceso abreviado, y el segundo en Mazatlán, del que se está en espera la audiencia intermedia.

Los dos autores materiales del asesinato fueron acusados por la fiscalía por el delito de homicidio cometido con premeditación y ventaja contra Javier Valdez Cárdenas, de manera dolosa, por su actividad periodística; la pena por dicho delito es de 22 a 50 años de prisión, por lo que para la propuesta la Feadle consideraron la pena menor de dicho delito y redujo lo correspondiente.

La única manera de que le redujeran más la pena a El Quillo, por orden del titular de la Feadle, era que aportara mayor información y declarara sobre el caso, pero este se negó de manera rotunda, tras esto fue retirado de la sala y citado para desahogar una audiencia intermedia a finales de marzo.

El Koala y su defensa continuaron en la sala y a las 15 horas con 18 minutos el juez Juárez Amador dio inicio al procedimiento abreviado.

Además de las pruebas ya presentadas en otras audiencias, la fiscalía presentó dos nuevas, en las que señalan que el 15 de enero de 2020 entrevistaron a dos testigos, de los cuales no dieron más detalles de su situación jurídica.

Se señaló que el asesinato de Valdez Cárdenas fue planeado con anterioridad y evitaron dejar huella, utilizando para ello un vehículo Versa Gris, probablemente de uno de los dos implicados.

La fiscalía, mediante pruebas, señaló que el asesinato de Valdez Cárdenas se generó por una publicación que “no le gustó a la gente de El Dorado” (zona que era controlada por El Licenciado y su hijo).

A El Koala le pagaron por el asesinato con una pistola plateada con la imagen de Dámaso López y del otro lado la imagen de El Mini Lic.

El Koala aceptó su responsabilidad como coautor material, consumación instantánea y carácter doloso en el homicidio del corresponsal de La Jornada.

Además de los casi 15 años de pena, el juez determinó que a las víctimas indirectas se les reparará el daño, por lo que determinó el pago de 50 mil 268 pesos por gastos de inhumación, 9 millones por indemnización, un millón y medio por daño moral a la viuda y un millón 200 por el mismo concepto a cada uno de los hijos.

Griselda Triana, quien fuera esposa de Javier Valdez, se encontraba en una sala adjunta a donde se llevaba la audiencia, desde donde mencionó al juez que no hay nada que repare el daño a su familia, y que no hay nada que repare la pérdida, no habrá una condena suficiente.

El juez Édgar Rafael Juárez Amador lamentó mucho lo sucedido a la familia de Griselda Triana y le expresó que la pérdida de un ser humano es insustituible, pero dijo que esperaba que esta sentencia fuera vista como una restitución de justicia.