Tabasco, Veracruz, Oaxaca y Chiapas
El proyecto incluye infraestructura y talleres para aumentar aptitudes de los encargados de las estancias
Miércoles 26 de febrero de 2020, p. 13
El gobierno de Japón invertirá un millón 800 mil dólares en un proyecto que busca mejorar las condiciones de estancia de las personas migrantes en los estados del sur de México, financiamiento que estará bajo la gestión de la Organización Internacional para las Migraciones.
Durante el acto protocolar celebrado en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), el embajador del país asiático en México, Yasushi Takase, detalló que el dinero estará enfocado en mejorar las instalaciones de los albergues y estancias gubernamentales migratorias en el sur del país.
El representante de la OIM en México, Christopher Gascon, detalló que los recursos se ejercerán en un lapso de dos años y medio.
El proyecto, precisó, está dividido en dos componentes: la mejora de la infraestructura donde se alojan personas en situación de movilidad y el desarrollo de talleres para fortalecer las capacidades del personal a cargo de esas instalaciones.
Explicó que la OIM desarrollará un diagnóstico que permita realizar una selección objetiva de las que serán mejoradas.
En relación con los talleres, puntualizó que la capacitación girará en temas de administración y gestión de los tipo de albergues y estancias, identificación de personas que podrían encontrarse en situación vulnerable para optimizar canales de vinculación con los canales correspondientes, así como de otros estándares internacionales implementados por la OIM, la cual calcula en 135 mil los potenciales beneficiarios de este programa, quienes son los migrantes que se prevé pasarán por los albergues de la frontera sur. Los estados donde se aplicará este plan son Tabasco, Veracruz, Oaxaca y Chiapas.
En declaraciones a medios posteriores a la presentación del proyecto, Christopher Gascon advirtió que, como es usual en el verano, se prevé un aumento del flujo de indocumentados. Asimismo, dijo que la migración es una cuestión de desarrollo y mientras no haya condiciones en los países de origen, “las personas van a seguir buscando otras opciones, así que podemos esperar que la gente –a pesar de todas las dificultades– se va a lanzar hacia un nuevo destino.