as Águilas siguen volando, no sólo al liderato general de la Liga Mx, sino en su desempeño y cerrando heridas. Dieciséis años tuvo que esperar la afición del América para volver a celebrar una victoria en Monterrey, al tiempo que el campeón del futbol mexicano sigue derrumbado, ya no digo se derrumba, porque luego de tres empates y cuatro derrotas en las primeras siete fechas del torneo, ya hasta se empieza a ver difícil que alcance la fase final. Son simples matemáticas.

Y Miguel Herrera se ha recuperado de las bajas, de que medio equipo se le haya ido en los últimos cuatro torneos, no, corrijo, podríamos decir que se le fue un equipo completo…

Desde su portero estelar Agustín Marchesín, Osvaldo Martínez, Rubens Sambueza, Guido Rodríguez –que llegó a ser el referente futbolístico del equipo–, Pablo Aguilar, Diego Lainez, Oribe Peralta, Mateus Uribe, Edson Álvarez, por mencionar a los más significativos, además de las lesiones de Nicolás Castillo (que no regresará este torneo), Renato Ibarra y Nico Benedetti (y su lamentable lesión con la selección de Colombia), Ibargüen, Aguilera, Giovani, Bruno Valdez y así podríamos seguir.

La baja que parece haber sentido menos que ninguna el cuadro americanista es la de Ricardo Peláez, quien se fue a vender su discurso a Cruz Azul, que hoy repunta sin su presencia, y luego a Chivas, que apenas lograron la victoria ante Xolos la semana pasada. Ese triunfo no le ayuda, al menos por ahora, para mejorar sus vergonzosa posición en la tabla de cocientes, aunque exista la amenaza de la FMF de suspender el ascenso y el descenso durante varias temporadas.

Pero en el contraste que se da entre los llamados grandes del futbol mexicano sucede que Chivas, al margen de las payasadas de su director deportivo de que serían campeones de Copa y de Liga en este semestre, deberían estar pensando en la mejor manera de sumar puntos para evitar la zona de descenso. Ya sabemos que la jugarreta de la desafiliación del Veracruz permite que Atlas y Chivas estén en la hamaca, y si las cosas fueran por el rumbo debido sin más experimentos, el descenso regresaría para la temporada 2020-21.

En este año futbolero, es la quinta ocasión en este siglo que no habrá descenso, como sucedió al finalizar los torneos de Verano o de Clausura de 2001, 2013, 2018, y 2019, y si quitamos las complicadas sumas y restas por la desaparición del Veracruz, ciertamente las Chivas subirán varias posiciones, pero, de mantener su tendencia a la baja este semestre, eso habrá de pegarle a la hora de las cuentas del siguiente ciclo en que avanzaría del 17 al 15.

Si hoy acabara la temporada, Guadalajara iniciaría la próxima campaña con sólo cuatro puntos de ventaja sobre Juárez y Puebla, aunque con 15 más que el Atlas del bocón de Rafael Puente del Río, quien por cierto ya impuso récord de derrotas consecutivas en torneos cortos en la Liga Mx.

Regresando con el tema de los Rayados, se complica cada vez más pensar en volver a la liguilla, lo cual es posible, pero que luego de casi medio torneo en el que no han conseguido una sola victoria lo orillan a tener que sumar al menos 21 puntos (para lograr 24 que es el promedio para calificar), en los últimos 11 partidos, es decir, un mínimo de siete triunfos, lo cual, si se ve a la luz de los acontecimientos, es algo casi imposible. Si en vez de siete fueran sólo seis victorias, tendrían que obtener tres empates, es decir, su margen se reduciría a sólo una derrota más en la campaña. Muy complicado.

La Máquina Celeste, por su parte, suma ya cinco partidos consecutivos sin perder desde que cayó ante el Atleti de San Luis en la fecha dos, pero además son ya tres victorias en fila sobre Pachuca, Chivas y Tigres y está ubicada sólo a tres puntos del líder general, que a su vez liga cuatro triunfos en fila.

Por cierto que marzo será un mes trepidante para las Águilas, que deberán enfrentar en semanas consecutivas a sus tres escoltas en la tabla general, Pumas, Cruz Azul y León, en las fechas 9, 10 (aquí también se jugará el León-Pumas) y 11 de forma respectiva.

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