Lunes 24 de febrero de 2020, p. 10
El cabildeo de líderes religiosos con legisladores para reformar la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público continúa, denunció Aidé García, integrante de Católicas por el Derecho a Decidir y del colectivo República Laica.
A principios de este mes, el nuncio apostólico Franco Coppola, el presidente y secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Rogelio Cabrera López y Alfonso Miranda, respectivamente, así como el arzobispo primado de México, Carlos Aguiar Retes, sostuvieron un encuentro con senadores, entre ellos Ricardo Monreal y Eduardo Ramírez.
Por medio de redes sociales, el mismo Ramírez dio a conocer que se reunió con Cabrera y Aguiar para juntos impulsar reformas a esa legislación para promover libertad de culto, tolerancia religiosa y propiciar la paz, sobre todo en estados como Chiapas
.
Ante eso, García exigió que se dé a conocer lo que se pacta con las iglesias, tanto católicas como evangélicas, pues podrían empujar la iniciativa de ley de Soledad Luévano, que presentó en diciembre pasado y la cual viola la laicidad del Estado, ya que contempla todas sus aspiraciones
, insistió.
Nos preocupan mucho esas reuniones. En República Laica consideramos que es una violación al Estado laico porque creemos que en sí los ministros de culto no tendrían por qué hacer ese cabildeo.
Sobre la propuesta de Luévano, indicó que no es viable, sobre todo porque rompe con el principio de laicidad y la democracia porque las iglesias evangélicas (principalmente) quieren ocupar espacios que históricamente no han tenido, en los medios públicos y la educación laica, entre otros
. Además, la iniciativa implica reformas constitucionales a los artículos 3, 24 y 130.
Nosotras definimos a esta ley como un caballo de Troya, que simula libertad de religión, como ellos lo dicen, pero al final es abrir la puerta a todo el ámbito de la vida pública y política a las iglesias evangélicas y católicas conservadoras que su agenda es limitar derechos de las mujeres
, indicó.
Los senadores no deben olvidar que a quien tienen que responder es a la ciudadanía, no a la jerarquía de las iglesias
, concluyó.