Rinde homenaje a su vocación democrática
El poder tiene sentido si se pone al servicio del pueblo
Lunes 24 de febrero de 2020, p. 7
La conmemoración oficial de la Decena Trágica fue marco para que el presidente Andrés Manuel López Obrador ratificara la vertiente maderista de su gobierno.
En ocasión del dolorosísimo
asesinato de Francisco I. Madero, sostuvo que el gobierno actual ha retomado sus ideales democráticos, con el agregado de poner el mismo énfasis en el bienestar del pueblo, no sólo por convicción o humanismo, sino también para afianzar los cambios con respaldo de la gente, evitar retrocesos y resistir ante cualquier reacción conservadora
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Desde Palacio Nacional, en vísperas de inaugurar el memorial a Madero denominado Intendencia de la Traición, como único orador en la ceremonia a la que acudió gran parte de su gabinete, el mandatario hizo una larga remembranza histórica con la traición a Madero como eje del discurso. Todo ello para hacer un símil de su gobierno con el del mártir y héroe
cuya aportación al desarrollo democrático nacional, enfatizó, ha sido inigualable, pero al que siguieron gobernantes que asumían que el poder sólo se alcanza y se conserva mediante la fuerza
, destacó.
Por eso fue todo un acontecimiento histórico de gran trascendencia el triunfo de nuestro movimiento en la elección del primero de julio del 2018. Quedó demostrado que el poder dimana del pueblo y sólo tiene sentido y se convierte en virtud cuando se pone al servicio de los demás
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López Obrador elogió el aporte democrático maderista porque además hizo valer la división de poderes y la libertad de prensa a un nivel tan grande que se le consideró un error político no “someter a los poderes y subvencionar, maicear, en términos coloquiales, a los periódicos”.
Sin embargo, para el Presidente la principal falla de Madero fue no haber entendido los problemas sociales y enfocarse sólo a la reivindicación democrática, pero no había logrado hacerse de una base social para sostener su proyecto democrático y enfrentar la reacción conservadora
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De haber atendido las demandas sociales, hubiera contado con el apoyo popular para respaldar su gobierno, apuntó López Obrador en su recuento de aciertos y errores de Madero.
Un ser providencial
Discurso desbordado en elogios al presidente asesinado, que contrastó con las referencias a las descalificaciones que en su tiempo desató su figura: soñador, loco, insignificante, poca cosa, espiritista, chiflado. Una galería de defenestraciones contra quien se opuso a la dictadura de Porfirio Díaz: Ese pequeño burgués, vegetariano, homeópata, abstemio, espiritista, estaba lleno de bondad, de determinación, de aplomo y de gran vocación democrática; se trataba de un hombre a la medida, como lo demandaban las circunstancias, el ser providencial, como dirían los místicos
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Y en el rejuego de las evocaciones históricas, el jefe del Ejecutivo federal vinculó el pasado y el presente en la lógica del actual discurso gubernamental. Debe tomarse en cuenta que por lo general un luchador social o político que busca transformar una realidad de injusticia o de opresión, siempre es movido por ideales y principios, por una doctrina o simplemente una creencia
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La relevancia que López Obrador confirió a la efeméride no tuvo su relación con la asistencia, ya que hubo muchas sillas vacías en el patio de honor de Palacio Nacional. Aunque acompañado por gran parte de su gabinete, en el lugar de honor sólo estuvieron los más allegados: su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller; el secretario de la Defensa Nacional Luis Cresencio Sandoval; el de Marina, Rafael Ojeda Durán, y la titular de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.
La inauguración del salón dedicado a Madero, ubicado a un costado del patio de honor, fue el colofón de la ceremonia luctuosa