El deporte más popular, mina de unos cuantos
a cúpula que rige el futbol mexicano está a punto de mostrar su verdadero rostro, el de un voraz monstruo decidido a convertir al deporte más popular del país en su mina personal, o, como la llama con elegancia Yon de Luisa: la industria del futbol
que, claro está, cada vez se deslinda más de la labor de fomentar y apoyar el talento nacional.
Dos años sin descenso no les bastó para limpiar su liga; tres, tampoco, y ahora se les hizo bolas el engrudo, se dice que serán cinco años sin descenso. Más bien será el tiempo necesario para que los propietarios de papel –esos que sin inyectar dinero se pavonean como multidueños, tipo Alejandro Irarragorri– se consoliden y se enriquezcan nomás porque sí.
En México los empresarios serios nada quieren con el futbol cobijado por la FMF, los que en el pasado incursionaron huyeron ante la turbiedad reinante. El reglamento es un chiste, una farsa, un puñado de papel con normas en un sentido que, sin rubor alguno, se tapa con un parche para encimar otra regla totalmente opuesta si con ello se beneficia a los socios consentidos.
Hay un caso que sintetiza todo: Atlas ni con nuevo dueño levanta cabeza, es último en la tabla de cocientes, sin embargo, sus propietarios son de los favoritos y están exentos de onerosos pagos. En cambio, se aspira a copar el máximo circuito con 20 o 24 equipos, pero los nuevos socios –ellos sí– deberán aportar millones de dólares, complicando la ruta para los aspirantes de la hasta ahora conocida como División de Ascenso.
La Liga de Plata desaparecerá y como burla lanzan la versión de que implementarán una liga de formación
, siendo que los principales clubes llevan décadas trabajando fuerzas básicas sin dar salida a los talentos. En el Clausura 2020 apenas ha debutado una decena de mexicanos; en cambio, de nuevo los clubes están saturados de foráneos.
A la FIFA no le interesa que Norteamérica supere su nivel, lo demostró con el caso de los equipos Miami FC y Kingston Stockade, que interpusieron una demanda ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) pidiendo que la MLS (Liga de Estados Unidos) implementara el ascenso y descenso, y así lograr una mejora importante para ser más competitivos en torneos internacionales.
El TAS respondió que el estatuto de la FIFA no aplica al futbol de Estados Unidos. Pero aunque los amantes serios del balompié en el vecino país –encabezados por Chris Kessel y Daniel Workman– consideran que es cuestión de persistir sin desmayo para lograr esa meta, los directivos mexicanos van en contrasentido y copian sólo lo que les conviene.
Ojalá también transparentaran las reglas de juego como hace la MLS, ojalá paguen en tiempo y forma impuestos a Hacienda, que apoyen al futbol femenil con garantías por maternidad y que en general establezcan, para jugadores hombres y mujeres, un programa de jubilación… Tal vez entonces tengan una lista de empresarios ansiosos por invertir, como ocurre allá.
Pumas perdió lo invicto y la cima, y al parecer eso le sentó bien al técnico Míchel, quien se quitó un peso de encima y aseguró que los auriazules están en el lugar que verdaderamente les corresponde. El sitio de honor es ahora para un América que sin exhibir su mejor futbol y sin plantel pleno ha cumplido con las expectativas de equipo grande.
Las Chivas iniciaron la cuesta arriba, vencieron a Xolos en partido que se ensució por disturbios. Luis Fernando Tena salvó el pellejo, sin embargo, ahora esperan que los triunfos lleguen en racimo. La Máquina celebra un importante triunfo y gana solidez en la zona de liguilla. Otro que asestó un buen golpe fue el Puebla al vencer al favorito Toluca, que junto con Tigres y Monterrey se está convirtiendo en un fiasco.
Monterrey y Tigres requieren de un milagro. Ambos dejan en claro que los equipos no se arman solamente a base de billetazos y que caer en exceso de confianza es un suicidio. Los regios tienen a los jugadores y técnicos mejor pagados, pero menos comprometidos. El Turco Mohamed ya no sabe qué decir, mientras que al Tuca Ferretti nada ni nadie lo perturba gane o pierda.