Alrededor de 2017, el baterista mexicano Jorge López comenzó a establecer una relación con sus pares en Los Ángeles con la idea de generar un enlace entre ambas comunidades musicales. De dicho proyecto han surgido diversas colaboraciones entre artistas de ambos países, tal es el caso del ensamble conformado por el guitarrista Frank Gambale, David Garfield, John Peña y el propio López.

Integrado por figuras que han dedicado sus vidas a la música, la idea por la que se rige la agrupación es la de no imponer nada y ser parejo. De tal suerte, que el concierto que ofrecen hoy en el Centro Cultural Roberto Cantoral divide el tiempo en cuatro para dar cabida a parte de la obra de cada compositor. El único criterio es no opacar a nadie.

Jorge López señaló en entrevista que trabajar de esta manera da como resultado un concierto en el que no sólo las interpretaciones son buenas, sino además variadas. Por lo que no es raro que ritmos latinos, de swing, funk o rock se entrecrucen a lo largo de su espectáculo. Y aunque el baterista admite que muchas veces tiene que dejar de lado sus gustos personales para adaptarse a lo que los otros quieren tocar, también acepta que aprende mucho de ellos.

Frank Gambale es un virtuoso guitarrista australiano cuya carrera creció a principios de los años 80 en Los Ángeles. Desarrolló la técnica sweep picking, una nueva forma de tocar el instrumento, y es un compositor con más de 250 canciones publicadas en alrededor de 20 álbumes.

David Garfield es compositor, tecladista, productor, arreglista, ingeniero de grabación, dueño de una discográfica, músico de sesión, líder de sus proyectos y director musical desde principios de la década de los 80, época en que fue líder de la banda Karizma.

El bajista John Peña es un veterano que ha trabajado en diversos proyectos audiovisuales, como Hombres de negro II, ET, Friends y otras. También trabajó con figuras como Celia Cruz, Carlos Santana, Julio Iglesias y Steve Vai.

Lograr empatar fechas y organizar sus agendas ha sido hasta ahora la parte más difícil para estos músicos. De acuerdo con López, una vez están juntos en un escenario lo más fácil es hacer música.

Pese a que López disfruta de tocar en una sala para un público, pues lo considera la parte de la expresión artística en la música, el baterista también ve la pedagogía como un aspecto muy importante en su carrera, para ayudar a los nuevos muchachos; a veces nos sentimos más a gusto con eso, porque estamos dejando algo más padre, explicó.

Jorge López es creador de la primera carrera completa para batería en el mundo; asimismo, es el titular de la escuela de música iniciada por su familia. Ahí el baterista adaptó una sala para hacer de ella un auditorio pequeño donde los estudiantes pueden observar a músicos profesionales interpretar sus composiciones con una cercanía que les permite oír la presión sónica de cada músico; es decir, la gente oye lo mismo que el músico escucha y, posteriormente, hace preguntas.

En esa especie de clase magistral, que se llevará a cabo en la Academia de Batería Jorge López el domingo 23 de febrero a las 19 horas, los estudiantes tendrán la oportunidad de aprender de los músicos con los que el baterista compartirá hoy el escenario.

Le gusta más convivir con los alumnos, porque estos mucha-chos hacen un esfuerzo muy grande para salir adelante en la música. También mencionó que ve en ellos un ambiente de siempre tratar de ser mejor, lo que, como músico profesional, muchas veces puede ser olvidado.

López también considera que la exigencia es mayor para Frank Gambale, David Garfield, John Peña y él mismo, pues con alumnos de música y en un entorno tan íntimo, la exigencia aumenta. Buscan generar inspiración en los estudiantes.

“Muchas veces la gente tiende a idealizar a los músicos, casi siempre los conocen vía discos en los que los tapes son perfectos, pero ellos no saben que en la edición a veces se componen todos los errores, y cuando los ven tocar en vivo, piensan: ‘son seres humanos igual que yo’; eso aumenta mucho la inspiración de los muchachos para tratar de alcanzar esos niveles”, detalló el baterista.

A Jorge López le gustaría que la escena musical en México volviera a ser lo que era en la década de 1940, época en la que, considera, nuestro país era una potencia mundial en la música.