La Comisión Federal de Electricidad (CFE) informó que durante 2019 el volumen de las pérdidas totales de energía eléctrica en la red de transmisión, en las que se incluyen las mermas técnicas y no técnicas, fue equivalente a 54 mil 845 millones de pesos.

En conferencia de prensa, Guillermo Nevárez Elizondo, director de CFE Distribución, precisó que durante el año pasado se redujo el índice de pérdidas de energía eléctrica 0.24 puntos porcentuales al pasar de 11.21 por ciento registrado en 2018 a 10.97 por ciento en 2019, con lo que por primera vez en la historia se reduce por abajo de 11 por ciento.

Detalló que en 2019 la CFE dejó de obtener por pérdidas no técnicas –que incluyen el robo, fallas o daños en equipos y errores en la medición y facturación– 32 mil 560 millones de pesos (17 mil 208 GVh), 2.14 por ciento menos que en 2018, y por pérdidas técnicas –que son originadas por el calentamiento de las líneas de transmisión– 22 mil 285 millones de pesos, es decir, unos 17 mil 260 GVh.

Nevárez Elizondo detalló que entre las pérdidas no técnicas se encuentra el robo de energía, cuyo monto registrado en 2019 fue por 25 mil 947 millones de pesos (13 mil 713 GVh), y fallas de medición y de proceso por más de 6 mil millones de pesos, entre otros.

Para combatir los llamados diablitos, Nevárez Elizondo refirió que la CFE, los gobiernos estatales y autoridades municipales trabajan de manera conjunta para regularizar a los usuarios, los asentamientos irregulares y llegar a las comunidades de difícil acceso.

Sin embargo, existen organizaciones como el Sindicato Mexicano de Electricistas que impiden la labor de la empresa para combatir este ilícito. Además, llamó a los ciudadanos a denunciar el robo de energía, con la finalidad de reducir las pérdidas, pero también para asegurar la calidad de los servicios.

En su intervención, Luis Bravo Navarro, Coordinador de Comunicación Corporativa, señaló que no sólo existen diablitos, sino también están los llamados diablotes en el sector industrial por importantes empresas trasnacionales, las cuales deben pagar por el servicio de energía eléctrica.

Guillermo Nevárez indicó que en el sector industrial en 2019 se regularizaron 25 servicios y se recuperaron 48 millones de pesos.

Reconoció que en poblaciones de Mazatlán, Culiacán, la Sierra de Guerrero y Oaxaca, así como Hidalgo la delincuencia organizada no permite la entrada de personal de la CFE para realizar las lecturas de consumo, corte de suministro y cobro de la energía eléctrica.

Nevárez Elizondo resaltó que entre las acciones a emprender durante 2020 para combatir las pérdidas de energía, se atenderán 3.6 millones de anomalías en los equipos de medición, se modernizarán 1.3 millones de medidores, se fortalecerá el proceso comercial en casi 94 mil 580 rutas, se regularizarán en asentamientos a 210 mil usuarios, además de fortalecer la infraestructura eléctrica.

El año pasado se atendieron 3.37 millones de anomalías; se modernizaron 1.3 millones de medidores; se trabajó en 89 mil 714 rutas comerciales; se regularizaron a más de 202 mil usuarios y se realizaron 260 obras de infraestructura eléctrica.

Tres años sin inversión

Mencionó que la cartera de morosos asciende a 55 mil millones de pesos y 87 por ciento de esa cantidad se concentra en ocho entidades entre las que destacan Ciudad de México y los estados de México, Chiapas, Guerrero, Tabasco y Veracruz, entre otras.

En el caso especial de Tabasco, entidad en que la mitad de la población no había pagado el servicio del suministro eléctrico durante los pasados 20 años, se han regularizado 59 por ciento de los servicios.

Aseguró que la CFE sigue en la ruta de disminuir las pérdidas de energía eléctrica de acuerdo con las referencias internacionales que se tienen, que son de 8 por ciento del total de la energía eléctrica, entre ellas la de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.

Por último, consideró que para reducir las pérdidas no técnicas por robo se deben invertir al menos 3 mil millones de pesos y aseguró que durante 2016, 2017 y 2018 no hubo inversión ni mantenimiento en las plantas de la CFE apostando a su deterioro.