Río De Janeiro. La Federación Única de los Petroleros (FUP), que agrupa a la mayoría de trabajadores del sector en Brasil, llamó ayer a continuar con la huelga que estalló hace 18 días, a pesar de que el juez Ives Gandra da Silva Martins Filho, del Tribunal Superior del Trabajo (TST), determinó que es ilegal y autoriza a la estatal Petrobras a aplicar medidas administrativas.

La FUP remarcó que la orientación es que los petroleros mantengan la huelga y sigan las recomendaciones de los sindicatos con relación a los intentos de intimidación y asedio de los gestores de Petrobras.

El lunes pasado, el juez Da Silva atendió una petición de los dirigentes de Petrobras y consideró el paro ilegal, por lo que autorizó a la petrolera recurrir a medidas administrativas como suspensión de salarios y despidos.

El fallo no prohíbe la huelga, pero remarca que no puede permanecer como hasta ahora, con base en una decisión previa del máximo tribunal que determinaba que 90 por ciento de los petroleros continuaran sus actividades durante el paro.

De acuerdo con la FUP, ayer se cumplió el día 18 de huelga y hay más de 21 mil trabajadores movilizados en 120 unidades del sistema Petrobras.

Los petroleros protestan contra la política de la empresa en favor de las concesiones y privatizaciones, la venta de activos considerados estratégicos y decisiones como la de priorizar la explotación de petróleo en lugar de la producción de derivados.

El presidente neofascista, Jair Bolsonaro, desató una polémica al sugerir que una conocida periodista buscó informaciones a cambio de sexo con el empleado de una empresa sospechosa de difundir noticias falsas durante la campaña de las elecciones de 2018, que acabó ganando luego de que el principal candidato Luiz Inácio Lula da Silva fue eliminado de la consulta por el entonces juez y ahora ministro de Justicia, Sergio Moro.

“Ella quería dar un furo a toda costa contra mí”, acusó Bolsonaro a la salida de su residencia oficial, usando un término que en portugués significa al mismo tiempo primicia informativa y agujero.

Sus declaraciones en referencia a la periodista Patricia Campos Mello, del diario Folha de Sao Paulo, provocaron risas entre sus simpatizantes.

Campos Mello, con varios premios de periodismo, lleva semanas acosada por milicias digitales del bolsonarismo, por una investigación sobre una organización que difundió noticias falsas por Whatsapp contra el izquierdista Partido de los Trabajadores durante la campaña electoral.

Lula condenó los dichos y dijo que la democracia no ha llegado a la cabeza de Bolsonaro.