Miércoles 19 de febrero de 2020, p. 30
Tras la presión de vecinos de Santiago Tulyehualco, luego del feminicidio de la pequeña Fátima, los alcaldes de Xochimilco, José Carlos Acosta, y de Tláhuac, Raymundo Martínez Vite, determinaron reforzar las medidas de seguridad en las inmediaciones de los planteles educativos para auxiliar a directivos, padres de familia y alumnos ante cualquier eventualidad. Las acciones serán coordinadas con el Gobierno de la Ciudad de México.
En la reunión que se sostuvo con padres de familia de alumnos de la escuela Enrique Rébsamen, también se acordó que se aplicarán los códigos protoescolares, los cuales consisten en la presencia de elementos de la Policía Auxiliar en calles aledañas a los centros educativos. La vigilancia también se aplicará en los horarios de entrada y salida de los estudiantes.
Fátima habitaba en Xochimilco y fue en esta demarcación donde fue raptada y asesinada; ante ello, se anunció que nuevamente 160 funcionarios y personal de las diversas áreas de la alcaldía estarían realizando diferentes acciones como apoyo a la vialidad y con presencia afuera de los planteles escolares de nivel básico.
Los servidores públicos serán identificados con chalecos rojos y traerán grabado el logotipo de la alcaldía.
Asimismo, las autoridades revisarán y repararán luminarias, podarán árboles en zonas de poca visibilidad, rehabilitarán y recuperarán espacios públicos, retirarán autos abandonados y entregarán alarmas vecinales. En Tláhuac se aplicarán medidas similares.
Sin embargo, habitantes de Santiago Tulyehualco poco creen en las autoridadades porque, ante la lejanía del poblado del centro de la ciudad, estamos lejos de la mano de Dios
. Aseguraron que la atención terminará una vez que se calmen las cosas, porque la desatención ha sido por años.
Reconocieron que en el pueblo impera la anarquía y la ilegalidad. Hay taxis piratas, comercio informal, drogas y alcohol. Cada vez es más difícil porque hasta acá también nos llegó la extorsión
, lamentaron los pobladores del lugar de la alegría y el amaranto, como también se les conoce.