Morelia, Mich., Michoacán pierde cada año entre mil 200 y mil 500 hectáreas de bosque por el cultivo de aguacate, aseguró el titular de la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático estatal, Ricardo Luna García. Indicó que se han destruido casi 700 hectáreas que fueron sembradas sin tener autorización para que en ellas se cultivara el fruto.

Luna García informó que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales federal no otorga un solo permiso para la siembra de aguacate desde hace 20 años; sin embargo, al menos 30 mil hectáreas se plantaron con este producto de manera ilegal.

“El gobierno de Michoacán busca realizar acciones que no dañen a los productores de aguacate, por lo que ha propuesto que de cada 10 hectáreas del llamado oro verde, se destruyan tres” y en su lugar se siembren pinos y oyameles, manifestó el funcionario.

Oficialmente se estima que en la entidad se cultivan 135 mil hectáreas de aguacate, pero hay al menos otras 30 mil donde el fruto se plantó de forma irregular. Actualmente las huertas de aguacate proliferan en la región oriente, en Uruapan, Pátzcuaro, Tancítaro, la Meseta Purépecha y Los Reyes, además de que en Morelia, Villa Madero, Tingambato y Mil Cumbres antes no se cultivaba y hoy abunda.

En un acto en el cual anunció el programa de combate a incendios forestales de 2020, el gobernador Silvano Aureoles Conejo dio a conocer que en la entidad proliferan las huertas de aguacate porque los agricultores lo perciben como un gran negocio, pero es necesario buscar el equilibrio, pues los mantos acuíferos se han visto mermados y hay regiones que se están quedando sin agua debido a que las huertas del fruto consumen mucho líquido y no conservan la humedad.

Afirmó que asociaciones de productores de aguacate y más de 460 dueños de huertas independientes están de acuerdo en que se regularice el cultivo, porque existe competencia desleal, y sin orden puede haber graves problemas ambientales.

El mandatario perredista indicó que en 2019 ocurrieron 14 mil incendios forestales que afectaron siete mil hectáreas, la mayoría de pastizales y arbustos. Destacó que 95 por ciento de esas conflagraciones fueron provocadas, por la idea equivocada de que la tierra mejora si se queman los pastizales.