Puebla, Pue., Integrantes del Frente Nacional de la Lucha por el Socialismo (FNLS) se manifestaron ayer en esta ciudad para exigir el esclarecimiento de los asesinatos de sus compañeros Gumaro Amaro Ramírez y Fermín Mariano Matías, perpetrados en 1989 y 2009, respectivamente.

A la voz de Gumaro, camarada, tu muerte será vengada, los participantes marcharon del Paseo Bravo a Casa Aguayo. Señalaron que ambos homicidios fueron crímenes de Estado, pues se trataba de líderes sociales que afectaban los intereses de los gobiernos en turno.

Criticaron que hayan pasado 31 años de la ejecución extrajudicial de su compañero Gumaro Amaro y no ha habido justicia. Señalaron que no ha existido castigo para los autores intelectuales y materiales de una orden que dio el entonces gobernador priísta Mariano Piña Olaya.

Los manifestantes afirmaron que el asesinato de Amaro Ramírez tuvo un motivo eminentemente político, pues previamente había sido detenido sin razón alguna, torturado y amenazado para que no continuara su lucha.

Señalan a Mario Marín

Los integrantes del FNLS aseguraron que Gumaro Amaro Ramírez hizo señalamientos contra el entonces alcalde Guillermo Pacheco Pulido y su secretario particular Mario Marín Torres (a la postre gobernador del estado), a quienes responsabilizó de organizar grupos de choque para amedrentar a las organizaciones sociales.

Los inconformes exigieron a las actuales autoridades estatales, encabezadas por el mandatario Miguel Barbosa Huerta, del partido Morena, que se lleven a cabo las investigaciones ministeriales correspondientes para sancionar a los responsables.

Recordaron que Fermín Mariano Matías, asesinado en 2009, era asesor de diferentes organizaciones sociales del estado y estudiante de posgrado del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México; fue ultimado a balazos y su cuerpo enterrado en una fosa común en el municipio de San Juan Totolac, Tlaxcala.

Denunciaron que existen otros crímenes que no tienen 10 años, sino meses. En Chiapas hay compañeros que han sido víctimas de la destrucción de casas por la Guardia Nacional.