Madrid. El Atlético de Madrid, sin el mexicano Héctor Herrera, recibe al Liverpool en el Wanda Metropolitano en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones, un duelo en el que deberán hacerse fuertes ante la visita del vigente campeón para ir a Anfield con ciertas garantías.

Darlo todo como si no hubiera un mañana, pero conscientes de que la casa de los Reds tampoco es un feudo intocable. El Atlético sabe que ante su gente debe sentar las bases de un posible paso a los cuartos de final, si bien el Liverpool, en un gran momento, es una amenaza aún mayor que cuando se realizó el sorteo.

Los Reds perdieron y empataron ante el Nápoles, rival ahora del Barcelona, en una fase de grupos donde mostraron cierta debilidad. Lo mismo le sucedió al Atlético de Madrid, incapaz de ganar el pulso por el liderato a Juventus y cayendo, además, ante el Bayer Leverkusen en Alemania.

Olvidada ya esa fase de grupos, ambos equipos se verán las caras por primera vez desde las semifinales de la Liga de Europa de 2010, con empate en el global, pero boleto para los Colchoneros. Y algo así necesitará el Atlético para doblegar ahora a un Liverpool que lleva seis triunfos y dos empates en sus últimos duelos de octavos en la Champions.

Los pupilos de Jürgen Klopp están en un momento dulce de una temporada que roza la perfección. Son líderes absolutos de la Liga Premier, su gran cuenta pendiente, ya que no la ganan desde 1990, y tienen el título casi en su poder gracias a los 25 puntos de ventaja sobre el Manchester City.

Jugar contra el Atlético es una de las cosas más difíciles en la vida de un jugador. Es un equipo bien organizado y una máquina de resultados. La gente me dice que este año no es exactamente como era, pero está viviendo un periodo de transición que es normal, señaló Klopp.

Hemos hablado de grandísimos equipos a lo largo del tiempo y este Liverpool seguro que quedará en la historia, declaró Diego Simeone, técnico rojiblanco.

En el otro duelo, Borussia Dortmund se enfrentará al París Saint-Germain.