Las alcaldías de Tláhuac y de Xochimilco se deslindaron del caso de la niña Fátima N, quien fue sustraída por una mujer a la salida de la escuela el 11 de febrero.

En comunicados diferentes, ambas dijeron confiar en las acciones de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) y la Secretaría de Seguridad Ciudadana, y exigieron que los culpables sean castigados.

La alcaldía de Xochimilco, a cargo de José Carlos Acosta, informó que personal de la dependencia estará en contacto con los padres de familia y las autoridades de la primaria Enrique Rébsamen, donde estudiaba la pequeña.

En tanto, la alcaldía de Tláhuac, cuyo titular es Raymundo Martínez Vite, informó que tuvo un encuentro con los familiares de la menor, y dijeron estar comprometidos en apoyarles en todo lo necesario.

La dependencia destacó, además, que busca ofrecer seguridad a su comunidad estudiantil por medio de sus radares viales implementados por la Dirección de Seguridad Ciudadana, y reportar cualquier incidencia a la entrada y salida de las escuelas de nivel prescolar hasta superior.

Desde muy temprano, padres de familia y vecinos bloquearon las vialidades que conectan con el pueblo de Tulyehualco, en Xochimilco. Dijeron que no liberarían las vialidades hasta que acudieran los alcaldes a dar respuesta a sus demandas de seguridad.

Tuvieron que pasar ocho horas para que ambos alcaldes acudieran al centro del pueblo para hablar con los manifestantes. Al lugar también arribó Ulises Lara, vocero de la FGJ.

Los inconformes los recibieron a gritos, incluso hubo empujones entre los asistentes.

Lara les dejó en claro que será la FGJ la que se hará cargo del esclarecimiento del caso, y aseguró que la dependencia actuará en contra de los servidores públicos que actuaron indebidamente en el proceso de investigación.

No solamente es investigar el caso, sino todo lo que esté enlazado con el mismo, prometió Lara a los pobladores de Tulyehualco.