Durante años algunos miembros de los sitios de taxis que operan en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) han protagonizado disputas por la presidencia de sus agrupaciones o mantener una concesión dentro de la terminal aérea más importante del país.

El conflicto más reciente fue entre operadores de Porto Taxi que ocasionó una nueva ruptura. María Guadalupe Espinoza Martínez, quien era permisionaria de taxis que prestaban servicio en ese sitio, señaló que Francisco Jesús Salazar Mendieta, presidente de Porto Taxi me exigió dinero o sexo para permitirme seguir operando, y como no accedí me sacó de la empresa. Por esto desde el primero de febrero no he podido trabajar.

En entrevista por separado, Carlos Tepale, de Nueva Imagen, asegura que no hay antecedentes de que alguna concesionaria denunciara acoso y que Guadalupe quiere formar una nueva agrupación de taxis dentro del AICM.

En la actualidad seis empresas de taxis operan en el AICM con alrededor de mil 650 unidades. De la terminal aérea salen y entran diariamente hasta 130 mil pasajeros.

Desde que iniciaron los servicios de transporte a través de apps de inmediato se colocaron entre los favoritos de los usuarios del AICM porque a decir de los viajeros ofrecen tarifas entre 30 y 50 por ciento más bajas que los sitios de taxis autorizados, que se quejan y oponen al servicio ofrecido en Internet.

El martes pasado Espinoza Martínez convocó a conferencia afuera de la puerta siete de la Terminal Uno del AICM para denunciar actos de intimidación machista y acoso sexual en su contra, pero un grupo de taxistas de la misma empresa que el 31 de enero de este año le informó del cese de su relación comercial, irrumpieron en el lugar en donde se desató una riña.

Espinoza Martínez, dueña de diversas unidades, asegura que está viviendo un viacrucis y considera que como están las cosas veo difícil que me dejen trabajar.

Sostiene que los problemas comenzaron cuando, siendo tesorera de la empresa detectó faltantes, derivado de ellos le quitaron prestaciones y aguinaldo.

Detalla que aunque “seguía trabajando con mis camionetas“, en las oficinas, me quitaron la silla donde me sentaba, la computadora, el escritorio y muchas veces no me dejaban entrar.

Persisten los monopolios

Añade que en los taxis del aeropuerto existen monopolios, y recordó que hace unos años la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) multó con poco más de 23 millones a cinco agrupaciones de taxistas del AICM, por prácticas monopólicas, pues por medio de un convenio acordaron elevar tarifas.

Derivado de la problemática yo puse mi empresa y fueron a amedrentar a las autoridades que si me dejaban trabajar me iban a quemar las camionetas con operadores dentro.

En todos los aeropuertos nacionales el costo de la tarifa de taxis autorizados es elevada, y el argumento es que deben pagar altos costos a las terminales aéreas, pero lo cierto es que en ocasiones el pago del taxi resulta ser más caro que el de boleto de avión en una línea de bajo costo.

Porto Taxi opera 70 unidades en la terminal aérea, Nueva Imagen cuenta con 506 y Sitio 300 en promedio 540. Según algunos permisionarios, coinciden que cada vehículo paga alrededor de 3 mil pesos mensuales al AICM por concepto de contraprestación del servicios en la zona federal, aparte los representantes de las empresas de taxis desembolsan por renta de cajas (establecimientos donde se venden los boletos), así como oficinas, por mencionar alguno.

Carlos Tepale agrega que Guadalupe Espinosa hubiera acudido ante las autoridades. En nuestro padrón 40 por ciento son permisionarias y nunca hemos tenido quejas por género. ¿Por qué (Guadalupe Espinosa) denuncia supuesto acoso ahorita cuando se pelea con el dirigente después de que la expulsaron de ese sitio? y lamentó el enfrentamiento a golpes pues estos actos dañan la presencia del transporte terrestre que opera dentro de la terminal aérea.