acques Derrida, el filósofo francés, reflexiona: el pensamiento del animal, si lo hay, se vuelve poesía
. He ahí una tesis, repitió la frase y añadió: de esto, por esencia, ha tenido que privarse la filosofía
(citado por Federico Rodríguez en Cantos cabríos, FCE, 2019).
Estudio que da pie a la zoografía “¿cómo entender el lenguaje de los animales? ¿Cómo entender los toreros el lenguaje no oral de los toros, su mirada, olor y respiración, el rascar en la arena, las embestidas, el dolor que suele olvidarse, el llanto y las pérdidas? Reflexionaba con lo anterior en una larguísima corrida, en la que me fascinaron la lidia de dos toros, el primero de Arturo Saldívar, de Santa Fe del Campo y el segundo de Los Encinos de la alternativa de Guillermo, el hijo de Pablo Hermoso de Mendoza. Toros que, al igual que el de hace ocho días, Tocayo, de la ganadería de La Joya, expresan el éxito de la ganadería mexicana en general. No tengo espacio para describir las particularidades de cada uno de estos toros, pero fueron bravos, enrazados, que iban desde aquí hasta allá
, fijos, planeadores, con ritmo y son y una cadencia que demandaba muletas poderosas. Lo opuesto de la mayoría de los bureles toreados en la temporada.
Pablo Hermoso de Mendoza salió concentrado en el quehacer de su hijo y le transmitió ese no sé qué
. El hijo emocionó a la concurrencia adicta al rejoneo y mató en todo lo alto al toro de Los Encinos. Es la estocada el elemento central de la lidia de reses bravas.
Arturo Saldívar, inspirado y con ganas de ser, dio series en que paró, templó y mandó y consiguió hacer comunión con sus toros. Nuevamente le faltó rematar las faenas.
José María Hermosillo, que regresaba al coso de Mixcoac, después de la alternativa en la corrida inaugural, se vio verde con sus oponente de Santa Fe del Campo. Habrá que darle toros, porque tiene todo para ser torero.
Toca a las nuevas generaciones generar seminarios sobre la zoografía taurina.