Alrededor de 25 por ciento de las enfermedades en el planeta se atribuyen a cambios ambientales. Cada año se podría evitar la muerte de 6.6 millones de personas en el mundo con la mejora de la gestión del entorno. Ante ello, en el país se busca reforzar el principio precautorio, el cual señala que cuando no haya certeza del impacto de alguna obra, se debe tener prevención y priorizar la conservación ambiental.

Éste es el planteamiento del dictamen que modifica dos artículos de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (Lgeepa) para garantizar el derecho humano a un medio ambiente sano, que busca armonizar la legislación ambiental con la Constitución a fin de contar con un ordenamiento jurídico que obligue al Estado a procurar y respetar esa garantía.

Los principales factores de riesgo son contaminación del aire, agua y suelo, exposición a agentes químicos, radiación ultravioleta y cambio climático. Contribuyen a más de 100 enfermedades o traumatismos, indica el documento. Ante el impacto a la salud, se deben impulsar políticas públicas en materia de mejora y conservación del medio ambiente, indica.

El dictamen de la Comisión de Medio Ambiente, Sustentabilidad, Cambio Climático y Recursos Naturales de la Cámara de Diputados sobre la iniciativa, que modifica los artículos primero y 15 de la Lgeepa, indica cambios con énfasis en el principio precautorio cuando haya incertidumbre sobre el impacto que podrá ocasionar una obra o desarrollo. También plantea el fomento a la participación ciudadana y el principio de no regresión.

En relación con el principio de precaución, el documento señala que cuando haya amenaza de daño grave o irreversible y no existan pruebas científicas, se debe adoptar un enfoque preventivo, es decir, que ante la duda sobre los riesgos, se deben tomar todas las medidas a favor del medio ambiente.

Refiere que pese a que el derecho humano al medio ambiente sano está garantizado por la Constitución, en el país sigue su deterioro. Esto se manifiesta en que ya han desaparecido gran número de especies debido a la explotación de los ecosistemas y el tráfico ilegal; los bosques y selvas continúan deforestándose; se ha elevado la contaminación de ríos, lagos y mares, y el cambio climático se intensificó por la emisión de gases provenientes de la combustión de hidrocarburos.