La construcción extendió su crisis el año pasado pese a contar con el monto más alto de financiamiento de la banca comercial, reflejan datos del Banco de México. Si bien hubo crédito y creció 4.7 por ciento a lo largo de 2019, se desaceleró respecto al 22.6 por ciento de 2018.

Cifras de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) reportan un incremento en los indicadores de morosidad en este sector, que alcanzó hasta 12.06 por ciento entre las pequeñas y medianas empresas a las que presta Citibanamex y 6.46 por ciento en Afirme.

Todo en el marco de una industria de la construcción que hasta noviembre pasado –las cifras más recientes reportadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía– acumuló 17 meses de pérdidas, implicó la reducción de más de 150 mil empleos e incorporó los efectos de la austeridad del gobierno federal.

En cuanto al crédito para desarrolladores de vivienda, este se ubicó en 77 mil 306 millones de pesos, la cifra creció 2.7 por ciento anual. No obstante, al igual que en el rubro general de la construcción vio una baja respecto a 2018, cuando los sismos de septiembre de 2017 implicaron acelerar el financiamiento a la edificación en 18 por ciento.

En general, 2018 aceleró el crédito en la construcción y edificación de vivienda a su segundo nivel más alto. El precedente más alto se cuenta en 2008, el preámbulo de la crisis financiera en el mundo que tuvo su origen en el sector de la construcción y la vivienda.

En ese año, en México, el crédito a la construcción creció 36.1 por ciento y para los desarrolladores de vivienda lo hizo en 41.2 por ciento. Esta disparidad entre crédito y el cómo se ven los efectos en la economía los explica el Fondo Monetario Internacional (FMI) en un estudio publicado esta semana.

Dice el FMI que un auge relativamente bueno de crédito en el sector no significa que éste se encuentre boyante. La construcción es el único sector que siempre se comporta de manera diferente si el auge crediticio es bueno o malo. En promedio, el producto y el empleo en el sector de la construcción crecen entre 2 y 3 puntos porcentuales más en los auges malos que en los buenos, abundó.

Todo se debe a que tanto en construcción como edificación se requieren grandes montos de financiamiento inicial. Por tanto, la deuda puede aumentar bastante más durante los auges que están impulsados por la construcción.