Propósito, evitar daño moral
Jueves 13 de febrero de 2020, p. 33
La búsqueda de una sociedad más democrática e informada demanda una profunda alfabetización digital que nos haga conscientes de nuestros derechos, pero también de la corresponsabilidad que todos tenemos para no difundir ni promover noticias falsas
, afirmó Socorro Apreza, catedrática de la Facultad de Derecho, experta en libertad de expresión e integrante del equipo de investigadores y periodistas que participan en el curso en línea Periodismo digital y combate a las fake news.
Abierto a la población en general de forma gratuita, ayer se presentó en el auditorio Benito Juárez de la Facultad de Derecho el curso que ofrece la Coordinación de Universidad Abierta y Educación a Distancia de la UNAM y el Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad (Puedjs), cuyos objetivos, destacó John Ackerman, articulista de esta casa editorial y director del Puedjs, es que los ciudadanos participen en el periodismo ciudadano de forma crítica e informada
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A través de lecturas, actividades y videos en los que participan destacados periodistas e investigadores, entre ellos Blanche Petrich, Arturo Cano, Pedro Miguel y Julio Hernández, reporteros y colaboradores de este diario, se propone a los participantes explorar el contexto geopolítico de los medios corporativos y el periodismo independiente; conocer los géneros periodísticos, la obtención de fuentes informativas, la edición y la creación de un estilo personal.
Ulrich Richter, abogado y especialista en derecho a la información, destacó que el tema de las fake news no sólo atañe a los periodistas, sino también a los abogados porque en un futuro tendrán que abordar cómo se debe proteger el derecho a la información y la veracidad, pero también atender los casos de daño moral que pueden ocasionar las noticias falsas
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Apreza destacó que la producción de información falsa no tiene el amparo del artículo 6 constitucional, en cuanto a la libertad de expresión, porque lo que plantea la Carta Magna es la protección de la información veraz, que no es igual a verdad, pero que sí nos obliga, no sólo a los periodistas profesionales, sino a la ciudadanía, a contrastar la información con fuentes objetivas, porque si no lo hacemos nos convertimos en el canal para difundir desinformación o noticias falsas
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