La información proporcionada el pasado fin de semana por 130 laboratorios sobre sus inventarios garantiza 98 por ciento del abasto de medicamentos en 2020, así como que haya lo necesario para actualizar los esquemas de tratamiento de 12 enfermedades, entre ellas cáncer, diabetes, hipertensión arterial y trastornos mentales, afirmó Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud.

Agregó que los protocolos de atención clínica no estaban actualizados, pues incluían recomendaciones de medicinas obsoletas. De ahí el trabajo para optimizar los tratamientos incluidos en los nueve grupos terapéuticos que no entraron a la compra consolidada y en los que están los métodos anticonceptivos, pero se comprarán en negociaciones directas con los fabricantes.

En entrevista luego de la inauguración del taller de diagnóstico y detección por laboratorio del coronavirus Covid-19, el funcionario explicó que con base en la triple optimización se seleccionan las mejores terapias para la mayor cantidad de pacientes, y comprar por volumen para obtener las mejores condiciones para el Estado.

Por la mañana, López-Gatell anticipó que de esta manera se lograrán ahorros sustanciales respecto de lo que se gastó en años anteriores.

Explicó que los laboratorios aseguraron que tienen la capacidad de proveer las medicinas que se requieren para febrero y marzo, mientras entran en operación los contratos ganados en la compra consolidada.

El tema también se abordó ayer en la sesión conjunta de la Academia Nacional de Medicina y la Secretaría de Salud, en la que Gustavo Reyes Terán, titular de la Comisión Coordinadora de los Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad, explicó que los cambios en los protocolos implican romper con inercias.

Al citar como ejemplo la hipertensión arterial, indicó que en México se adquieren 53 millones de frascos de un solo producto (losartán) que tiene evidencia de baja eficacia como monoterapia.

Los expertos proponen utilizar una terapia dual en una sola tableta para 60 por ciento de los pacientes. El resto requieren formulaciones con tres o más sustancias. El propósito es bajar las dosis y lograr mayor adherencia a los tratamientos, a fin de que para 2024 se logre de 85 a 90 por ciento de control.