Los centroamericanos que solicitan asilo para escapar de la violencia en sus países de origen están atrapados por las políticas migratorias tanto de Estados Unidos como de México, las cuales incrementan los riesgos para su salud y su seguridad, advirtió la organización internacional Médicos Sin Fronteras (MSF).

Al presentar este martes el estudio Sin salida. La crisis humanitaria de la población migrante y solicitante de asilo, Sergio Martín, coordinador general de MSF en México, señaló que en vez de darle protección, asistencia y asilo a las personas que huyen de la violencia, México les responde con más agresiones de las que ya han vivido en la ruta, al recluirlos en estaciones donde el trato es inhumano y los orilla a la desesperación.

A 2019, tenemos las cifras de violencias más elevadas de los últimos años. México no es un país más seguro hoy, ni para la población mexicana ni para los migrantes, de lo que era en 2017, por lo cual este ambiente no es más amigable, sin contar con las políticas migratorias que se dirigen contra ellos, alertó el especialista.

Al comentar algunos de los principales hallazgos del estudio –basado en 480 entrevistas y testimonios de migrantes y solicitantes de asilo, obtenidos en 2018 y 2019–, Martín señaló que los trabajadores extranjeros sin documentos están expuestos de forma sistemática a actos potencialmente traumáticos.

De acuerdo con MSF, tan sólo en septiembre de 2019, 18 de los 41 pacientes que atendió la organización en Nuevo Laredo (43.9 por ciento) habían sufrido un episodio reciente de secuestro; otras cinco personas (12.2 por ciento) enfrentaron un episodio de plagio fallido.

Para octubre del año pasado, el porcentaje de ese delito contra migrantes acogidos al programa de Protocolos de Protección a Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés), aumentó a 75 por ciento (33 de los 44 pacientes atendidos ese mes en esa ciudad de Tamaulipas).

Según los testimonios de estas personas, los secuestros podían durar varias semanas y en ocasiones se les obligaba a trabajar para sus captores, resaltó el estudio.

El informe también apunta que de enero a octubre del año pasado, las autoridades estadunidenses han enviado a México más de 55 mil personas –la gran mayoría procedentes de El Salvador, Guatemala y Honduras– bajo el MPP, y hasta diciembre de 2019 sólo 11 han recibido asilo mediante ese programa.

Gordon Finkbeiner, coordinador de proyectos de MSF en México y Centroamérica, destacó en entrevista que los migrantes y solicitantes de asilo constituyen un grupo que se ha tratado de invisibilizar, aún más debido a las políticas represivas, por lo cual está expuesto a mayores índices de violencia.

“Los grupos delictivos se aprovechan de esto y también de un ambiente y de un discurso político general de que ‘el migrante no puede pasar de esta manera’, enviándoles personal militarizado. Se está creando un ambiente hasta cierto punto de impunidad o de dejar ver que estas personas no tienen los mismos derechos”, alertó.