A un mes de que deban repartirse fármacos a los almacenes y a unidades médicas de las instituciones de salud del país, aún no se ha convocado a una nueva licitación de distribución, lo que pone en riesgo la meta de garantizar el abasto para marzo, señaló la Asociación Nacional de Distribución de Insumos para la Salud.

Con la decisión tajante de separar la fabricación de medicamentos de la distribución, los costos al final serán mayores que cuando el precio incluía esta última, hasta el destino final, con ningún gasto adicional para las instituciones, señaló en un comunicado la asociación, que integra a las empresas dedicadas a la comercialización, administración de farmacias y almacenes, así como de las que tenían el control de inventarios de fármacos e insumos médicos en las instituciones públicas.

Advirtió que el gobierno federal no cuenta con infraestructura ni personal capacitado para repartir alrededor de 125 millones de medicamentos al mes en aproximadamente 2 mil puntos, por lo que la falta de planeación pone en riesgo el abasto.

El cambio del modelo donde se convocaba a una licitación con al menos seis meses de anticipación, ha migrado a uno con inconsistencias de operación para hacer llegar los medicamentos a toda la población; los más afectados serán los pacientes, pues será complejo movilizar las mercancías para asegurar una repartición efectiva.

Con las nuevas decisiones del gobierno federal sobre los medicamentos, se ha fomentado una crisis en esta industria y están en riesgo 15 mil empleos directos, dijo la asociación.