Ante la presión que ejercen las empresas de comida chatarra y bebidas azucaradas, diputados de Morena expresaron que el etiquetado de advertencia busca combatir el sobrepeso, la obesidad y señalaron que la industria debía sustituir su publicidad engañosa por una promoción de consumo sano e incluso cambiar sus contenidos, para reducirlos en grasas y azúcares.

El diputado y médico Manuel Huerta expresó que el nuevo etiquetado, que las grandes compañías pretenden que entre en vigor hasta dentro de dos años, prevé la obligación de un estado de advertencia que permita a los consumidores identificar un producto con exceso de ingredientes críticos relacionados con la epidemia de obesidad y diabetes.

Esto es, agregó, azúcares, grasas saturadas, sodio y calorías.

No se trata de un etiquetado informativo como pretende la industria imponer, para incorporar datos que no son comprensibles, es un etiquetado de advertencia y la reforma que aprobamos en 2019 es una de las más avanzadas del mundo, dijo en conferencia de prensa.

Criticó que las empresas pretendan que la advertencia se incluya en sus etiquetas con letras chiquitas, pero lo que se requiere es informar a los consumidores de los contenidos, y ahí es donde la industria pega de gritos, hay resistencias; pero se trata de abonar en la salud, no ir contra las compañías, y lo único que se les pide es que produzcan alimentos sanos.

La vicepresidenta de la Mesa Directiva, Dolores Padierna, sostuvo que quienes ahora se oponen a la norma obtuvieron grandes ganancias justo por un etiquetado poco claro, opaco e ininteligible para los consumidores.

Destacó que para frenar la obligación “han proliferado ‘expertos’, en su mayoría vinculados a fabricantes de productos chatarra, que aseguran no existen evidencias de la relación entre el etiquetado y la disminución de la obesidad y la diabetes, dos de los padecimientos más costosos para la salud de los mexicanos y el sistema sanitario”.