Los problemas del ITAM
a muerte de una estudiante del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), presidido por Alberto Bailleres y bajo la rectoría de Arturo Fernández, mostró las debilidades que tiene este importante centro educativo, de donde han egresado altos funcionarios de instituciones públicas y privadas.
La crisis se expresó en un grito de auxilio
de la comunidad universitaria, en el que se habla de soberbia y maltrato de profesores.
La institución reaccionó de inmediato con un área de atención a estudiantes, con especialistas como sicólogos y comunicadores, a la que se puede acudir para denunciar cualquier irregularidad, incluyendo acoso sexual y discriminación. Además, se comenzó a trabajar con los maestros para mejorar su metodología pedagógica y su relación con los alumnos.
Sin embargo, hay dos temas de fondo que ni siquiera se mencionan y son básicos para el futuro de esa institución. Nos referimos al compromiso social y al de formar personas íntegras desde la perspectiva moral.
La idea que tenemos muchos mexicanos de los egresados del ITAM es que son buenos técnicos que compiten en un mundo globalizado. Pero el gran problema es que muchos funcionarios públicos egresados de esa institución no son considerados ejemplo a seguir en cuanto a ética y valores. La mala fama de los itamitas
, en cuanto a corrupción y malos manejos de los recursos públicos, se reforzó en el gobierno de Enrique Peña.
El ITAM, para trascender, no sólo debe formar buenos profesionales, sino debe esforzarse en formar mexicanos íntegros, y en este tema hay mucho por hacer.
Otro tema pendiente es el compromiso con la comunidad. El campus del ITAM en Tizapán está rodeado por talleres, vecindades y espacios públicos infestados por narcomenudistas y gente de mal vivir que atenta contra la salud de estudiantes y la comunidad entera. Como parte de su responsabilidad social y del bienestar de su entorno, debe atender esa problemática. Es cierto que fuera de sus bardas no tiene atribuciones, pero es necesario que se coordine con las autoridades para mejorar el vecindario.
La formación ética y el compromiso con la comunidad son dos temas pendientes, a resolver, en esta gran institución educativa.