Durante enero pasado los salarios contractuales registraron un incremento promedio superior al de la inflación, con lo cual ligaron 15 meses en recuperación. Eso no se veía desde enero de 2017, cuando se rompieron 24 meses consecutivos por arriba del índice, revelan datos oficiales.

Cifras de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) indican que en enero anterior dichos salarios, que son los que renegocian los sindicatos con las empresas, reportaron un aumento nominal promedio de 5 por ciento, lo que, al descontar la inflación del mismo mes, resulta en un dinamismo en términos reales de 1.75.

Lo anterior, de acuerdo con especialistas, es algo positivo para la economía en general, ya que los trabajadores tienen mayor capacidad de compra, lo que aumenta el consumo.

Dichos datos revelan que durante el primer mes de este año hubo un total de 425 revisiones salariales contractuales, lo cual benefició directamente a 143 mil 541 trabajadores.

Pese a la racha de 15 meses consecutivos por arriba de la inflación, para analistas del Grupo Financiero Banorte el crecimiento en enero se quedó corto, pues esperaban un dinamismo de al menos 5.7 por ciento, impulsado por el incremento de 20 por ciento al salario mínimo, que entró en vigor el primer mes de este año.

Creemos que las negociaciones resultaron por debajo de lo esperado ante el efecto de una mayor holgura de la actividad económica, lo cual podría estar reduciendo la demanda de trabajo, situación que, a su vez, disminuye el poder de negociación de los trabajadores, afirmó el grupo financiero en un análisis.

De acuerdo con la STPS, a nivel sectorial 68.8 por ciento de empleados que recibieron un aumento (98 mil 771) laboran en el sector privado, con un incremento promedio de 5.7 por ciento. Mientras tanto, el 31.2 restante (44 mil 770) corresponde al sector público, con un ajuste al alza de 3.5.

Para Jorge Sánchez Tello, director del Programa de Investigación Aplicada de la Fundación de Estudios Financieros, siempre será una buena noticia que los salarios aumenten de manera responsable, tal como lo han venido haciendo, lo cual también es resultado de que la inflación lleva una tendencia a la baja.

Es bueno para los trabajadores y para la economía, porque tener mayor ingreso les permite consumir y comprar más productos y servicios. Por tanto, también se benefician las empresas. Y si esta mejoría es sostenida, las compañías pueden crear más empleos. Es un ciclo que beneficia a todos. Por esa razón es importante mantener la autonomía del Banco de México y que la inflación siga en el rango de 3 por ciento, destacó.

Hace unos días el Instituto Nacional de Estadística y Geografía dio a conocer que la inflación de enero anterior fue de 3.24 por ciento a tasa anual, la más elevada en seis meses.