A los jóvenes hay que dejarlos leer lo que se les dé la gana, somos los promotores de lectura: padres, maestros los que necesitamos leer lo que ellos leen para entenderlos. Benito Taibo sabe de lo que habla: con más de 600 conferencias como promotor de lectura, dentro y fuera del país, a las que hay que sumar las numerosas presentaciones de libros que realiza cada año como uno de los autores favoritos de literatura juvenil desde hace poco más de una década, aunque su carrera literaria inició mucho antes.

Su novela más reciente es La razón y la ira, segunda parte de un trilogía que comenzó con Camino a Sognum y que concluirá este año. Literatura de género fantástico con un grupo de personajes que incluye a tres hermanos –dos hombres y una mujer arquera–, una jovencita cuyo trabajo era vigilar el sueño de 300 soldados, un matemático en un mundo donde no existen las matemáticas ni las letras, y un asesino que decide dejar de matar.

En el primero, Benito Taibo traza a esos personajes cuyos destinos finalmente se cruzan en este segundo libro que habla sobre la caída del tirano de Sognum, y en el tercero, por lo que se adelanta en La razón y la ira, es la religión y el fanatismo.

‘‘Es como la historia del mundo real”, afirma en entrevista. ‘‘De alguna manera si a la fantasía –y particularmente a ésta que decidí escribir– le quitas todos los elementos fantásticos, y perdón por la redundancia, lo que acaba quedando son pasiones humanas y de eso es lo que quiero hablar siempre: de pasiones humanas.

‘‘Son las que mueven las cosas, las que generan las historias, las que crean el ambiente para que los demás se vean reflejados y puedan sentir empatía o rechazo frente a estas pasiones. El mundo está hecho de pasiones y la literatura, sin lugar a dudas, está hecha de pasiones humanas; lo sabían Shakespeare, Balzac, Dickens, todos los que han escrito fantasía y no fantasía a lo largo de la humanidad. Si hay personajes poderosos que se debaten consigo mismos y sus demonios, sus miedos, sus virtudes y defectos, habrá literatura.”

El libro, tabla de salvación

–¿Qué es primero la ira o la razón?

–Muchas veces van de la manita y nadie se da cuenta hasta que suceden las cosas violentas. Se llega a la ira por el razonamiento y por darte cuenta de que el estado de las cosas no es como debería; y viceversa: se llega a la razón después de la ira, después de que la violencia se desata y te das cuenta de que no debió haber sido así, y que las cosas podían haber sido diferentes.

‘‘La ira y la razón son también dos fórmulas de pensamiento completamente humanas. Las revoluciones suceden con ira y muchas veces la razón impera y las cosas se aplacan, por llamarlo de alguna manera.”

–¿En cuál estamos en México?

–Estamos en esa mezcla, viviendo la ira acumulada de años y años y años de latrocinios y barbarida-des y empezando a entrar en la razón. Muchas veces esas razones nos llevan a la ira o a mostrar nuestro descontento, a veces con acciones violentas que no deberían ser; eso está claro.

‘‘Estoy convencido que en el libro se encuentra lo mejor de nosotros mismos y es una tabla de salvación para el naufragio. Estamos en un gran momento no sólo de la literatura infantil y juvenil, sino de la literatura en general; nuevas generaciones están contando al país por medio de la literatura y escifrando todo aquello que fue clave para llegar al momento en el que somos y para transformarlo.”

Y dentro de la literatura, en ese espacio que se ha separado para los niños y jóvenes, también hay autores haciendo un trabajo admirable. ‘‘Desde los años 60-70 que recibíamos solamente la literatura juvenil e infantil de Estados Unidos o la URSS, empezó a darse un fenómeno de la muy buena literatura infantil mexicana y ahí sigue, tan campante y contenta como siempre. La literatura juvenil ha tenido un boom, y esto por un razonamiento obvio: cada vez hay más lectores, los jóvenes están leyendo más que nunca. No me gusta el término literatura juvenil porque considero literatura juvenil a Golding, Dickens y Victor Hugo, Cortázar y García Marquez, creo que es una etiqueta que se puso en algún momento’’.