San Cristóbal de Las Casas, Chis., Cuatro tzotziles recluidos en los penales de San Cristóbal y Comitán iniciaron ayer un ayuno de tres días para demandar su libertad y la revisión de sus expedientes, que se encuentran en la llamada mesa de reconciliación y en el juzgado mixto de Bochil.

En un comunicado leído en las oficinas del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, los presos exigieron que paren las represalias y amenazas del director del reclusorio de San Cristóbal, José Javier Sánchez Ríos, y de la juez María Guadalupe Flores Rocha. También pidieron atención médica y fármacos a los convictos en los reclusorios de Chiapas.

Los internos que comenzaron el ayuno son Adrián Gómez Jiménez, acusado de secuestro, y los hermanos Germán y Abraham López Montejo, procesados por homicidio. El cuarto es Marcelino Ruiz Gómez, encarcelado en el penal de Comitán por asesinato.

Los tres indígenas presos en San Cristóbal, quienes protestan desde mayo pasado, acusaron al director del penal, Sánchez Ríos de actos intimidatorios. Narraron que el 13 de enero nos cambió la corriente eléctrica que teníamos en el área de trabajo social, y la conectó a una fuente de más potencia, lo que provocó un cortocircuito que hizo que se quemara una lona en la que exponían sus demandas.

Agregaron que el 21 de enero Sánchez mandó a sus elementos a revisar nuestros dormitorios, donde mantenemos el plantón pacífico. Al terminar dejaron nuestras cosas tiradas y nuestros documentos pisoteados. Entramos a reacomodar y nos percatamos de que había desaparecido un billete de 100 pesos que teníamos junto con unas monedas.