Jueves 6 de febrero de 2020, p. 2
Madrid. Los científicos del Colegio Baylor de Medicina encontraron nueva evidencia de que el glioma, una forma letal de cáncer cerebral, altera la actividad de las neuronas vecinas, acelerando un círculo vicioso que impulsa la epilepsia asociada al tumor y la progresión de este último.
Sus hallazgos, publicados en la revista Nature, muestran que diversas variantes del gen PIK3CA impulsan la progresión tumoral y que dos mutaciones en particular alteran la expresión de genes involucrados en las sinapsis, uniones a través de las cuales se comunican las neuronas.
Mediante una nueva estrategia de genómica funcional, el trabajo revela una interacción dinámica entre las células de glioma y las neuronas adyacentes. Las primeras remodelan el microambiente neuronal hacia la hiperactividad, que a su vez retroalimenta el tumor y promueve su crecimiento
, explicó Benjamin Deneen, autor de la investigación y profesor del Centro de Medicina de Células Madre y Regenerativa.
Sistema experimental
El objetivo original de este estudio fue desarrollar un sistema experimental que permitiera a los investigadores identificar nuevos genes de cáncer en modelos de ratones con tumores cerebrales. Para ello, se inició una colaboración entre el laboratorio de Deneen y el coautor de Baylor, Kenneth L Scott. Juntos diseñaron genéticamente su modelo de glioma de ratón en una nueva plataforma de detección de alto rendimiento para identificar las variantes de PIK3CA.
Los científicos descubrieron numerosas mutaciones que impulsan el desarrollo del glioma y destacaron dos: C420R y H1047R, que los gliomas impulsados por esas variantes promueven la aparición temprana de hiperexcitabilidad en las neuronas que rodean el tumor y remodelan las redes sinápticas. Los ratones que portaban estos tumores tenían convulsiones que aparecieron mucho antes que en los que tenían tumores impulsados por otras variantes de PIK3CA.