Martes 4 de febrero de 2020, p. 28
La saturación en el aeropuerto capitalino no sólo implica un freno para la economía de la región centro de México, sino también pone en desventaja al país frente a otros de América Latina que se han consolidado como centros de logística para el comercio internacional, como los de Panamá, Brasil y Colombia, explicaron especialistas.
El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) como negocio no es malo, explica Fernando Gómez, especialista en aviación. Al estar cerca de 50 por ciento por encima de su capacidad genera más recursos de los que pueden esperarse. No obstante, al estar rebasado, es un freno para la economía de la región y el país, dice en entrevista aparte Pablo Casas Lías, director del Instituto Nacional de Investigaciones Jurídico Aeronáuticas,
Hasta ahora, la aviación aporta 3.05 por ciento del producto interno bruto (PIB) mexicano con 37 mil millones de dólares anuales y genera más de un millón 400 mil empleos, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés).
En el documento elaborado por la agencia luego de la cancelación del aeropuerto de Texcoco, se advirtió que el efecto acumulado de no ampliar la infraestructura para cubrir un déficit de pasajeros que incrementa en 20 millones cada año terminará en una pérdida de 20 mil millones de dólares al PIB y 200 mil empleos directos menos para 2035.
Casas detalla que la desventaja del AICM se centra en que no puede considerarse un hub como los que tienen algunos pares en la región. En ese punto, es natural que esté limitada la derrama económica como la que un aeropuerto lleva a una región en turismo y comercio. Sobre todo en la actividades de carga.
De acuerdo con la IATA; en México 35 por ciento del comercio por valor se transporta por la vía aérea y en la década pasada se duplicó el número de viajeros que entran al país por este medio. El sector también es uno de los motores de la inversión extranjera directa, acota.
Pese a las limitantes del aeropuerto central, México es el país mejor conectado en América Latina, por encima de Brasil y Colombia y su conectividad aérea ha crecido 70 por ciento en los pasados cinco años, considerablemente por encima del promedio mundial y en mayor grado que naciones como Chile (68 por ciento), Panamá (58 por ciento) y Perú (51 por ciento).
Lo mismo al contar sólo por urbes. La Ciudad de México tiene el aeropuerto mejor conectado, le sigue Cancún, Sao Paolo, Buenos Aires y Guadalajara.
No obstante, al revisar el impacto de la conectividad aérea en el PIB de cada país se queda rezagado. Por arriba se enlistan Panamá, Colombia, Perú, Brasil y Chile.
Así, la IATA subraya que una infraestructura aeroportuaria adecuada
tiene como potencial más de 2 millones de empleos en aviación para 2037, 196 millones de pasajeros anuales y una contribución al PIB de hasta 80 mil millones de dólares,
Para solucionar la saturación de la terminal aérea capitalina, el gobierno federal anunció que se construirá una tercera terminal. En 2020 se tienen asignados 3 mil 563 millones de pesos. Recursos que no resuelven el tema de fondo, añade Casas Lías, pues lo necesario es una tercera pista.