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La obra Wilma vincula la catástrofe del huracán de ese nombre con la discriminación a los mayas

Escrita e interpretada por la actriz Itzhel Razo, tendrá temporada en el teatro El Milagro // Propone reflexionar alrededor ‘‘de una educación racista’’

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▲ Escena de Wilma, obra de Itzhel Razo que se presentará del 13 al 16 de febrero.Foto cortesía de la actriz y bailarina
 
Periódico La Jornada
Martes 4 de febrero de 2020, p. 6

Racismo, discriminación y clasismo son temas del biodrama Wilma, escrito e interpretado por la actriz y bailarina Itzhel Razo (Yucatán, 1990), que tiene temporada en el teatro El Milagro.

Es una propuesta de teatro físico, autobiográfico y de ficción; historia en la que la protagonista es una niña yucateca que crece en un pueblo cerca de la ciudad de Mérida como si fuera extranjera en su propia tierra, aislada de la cultura maya por los prejuicios racistas de su aristocrática abuela irlandesa.

Es una obra en la que se amalgaman una catástrofe natural con una social, pues Wilma es el nombre del huracán que en 2005 azotó la península de Yucatán, Cuba y parte del sur de Florida, y Wilma es también el nombre de la abuela, cuyos prejuicios hacen que su nieta no asista a un colegio bilingüe (maya-español), prohibiéndole que aprenda la lengua indígena y conviva con personas de origen maya.

‘‘Mucho de lo que se habla es de mi propia biografía y los personajes de la historia son mis familiares; sin embargo, hay mucho de ficción’’, explica Itzhel Razo. ‘‘La idea a final de cuentas es hablar y reflexionar en torno a una educación discriminatoria, clasista y racista”, expresa la creadora escénica a La Jornada.

Para la autora ‘‘resulta alarmante que en pleno siglo XXI, cuando se están rompiendo diversos paradigmas a escala social, como las cuestiones de género, identidad y sexualidad, todavía seguimos viviendo y discriminando a una u otra raza. En lo cotidiano y en algunos sitios parece que las personas blancas siguen teniendo preferencia por el simple hecho de ser blanco y de ello se sigue hablando muy poco”.

Grabaciones en maya y testimonios audiovisuales

Durante la escenificación, la protagonista relata fragmentos de su infancia mediante fotografías familiares, grabaciones en lengua maya y testimonios audiovisuales sobre la destrucción que dejó el huracán.

La intención es representar el racismo, la discriminación y el clasismo hacia la cultura maya, desde el color de la piel hasta la fonética del lenguaje oral. En escena, un ventilador, una silla, mucho henequén, un foco cuya luz cambia de color y representa las alertas de un huracán (azul, verde, naranja, amarillo, rojo) y una pantalla en la que se proyectan diapositivas y videos, además de una pecera, son los elementos que sirven a la creadora escénica para contar la historia, con ciertos momentos de humor, de esa pequeña niña que vivió en carne propia un ciclón natural y social.

Con duración de 55 minutos, la propuesta escénica Wilma tendrá temporada del 13 al 16 de febrero, a las 20:30 horas, en el teatro El Milagro (Milán 24, colonia Juárez).

Posteriormente se escenificará en el Centro Cultural Carretera 45 (calle Juan Lucas de Lassaga 122, colonia Obrera), los días 20, 21, 22, 27, 28 y 29 de marzo; funciones viernes a las 20 horas, sábados a las 19 y domingos a las 18 horas.